La Administración Biden está considerando la posibilidad de obligar a los inmigrantes ilegales a permanecer bloqueados en Texas mientras esperan a que se les conceda el asilo. Según un reporte exclusivo de Los Angeles Times, citando a tres funcionarios estadounidenses no autorizados a discutir públicamente el asunto, el plan de Biden obligaría a ciertas familias migrantes a permanecer en Texas -o posiblemente en otros estados fronterizos- mediante el seguimiento de su ubicación a través de dispositivos de control GPS, como tobilleras.
Scoop: The Biden administration is considering forcing some migrant families who enter the country without authorization to remain near the border in Texas while awaiting asylum screening, effectively limiting their ability to travel within the U.S.https://t.co/Y6XD5BwxFg
— Hamed Aleaziz (@Haleaziz) September 7, 2023
De este modo, la Administración intentaría frenar el flujo de inmigrantes en la frontera sur después de las cifras récord registradas durante los años de mandato de Joe Biden y tras los numerosos llamamientos y críticas al Gobierno federal desde varios estados y ciudades demócratas que están sufriendo la avalancha de ilegales. Aunque en un principio estas ciudades y estados eran partidarios de absorber el flujo migratorio (se llegaron a denominar ciudades santuario), la realidad es muy distinta después de que los estados fronterizos comenzasen a enviar a los migrantes a los territorios demócratas.
Según el reporte de Los Angeles Times, las familias migrantes serían sometidas a un proceso de selección para determinar si pueden permanecer en Estados Unidos y tramitar sus solicitudes de asilo. En caso de no superar los controles iniciales, sería más fácil deportarlas porque estarían más cerca de la frontera. Además, la Administración Biden trataría de este modo de aplacar las duras críticas de las zonas demócratas desbordadas por la inmigración ilegal.
Quienes tendrían que seguir luchando contra la invasión migratoria serían los estados republicanos, quienes llevan meses pidiendo ayuda federal para combatir el caos en la frontera sur y viendo cómo la Administración intenta bloquear cada intento por paliar la situación. El último ejemplo, la batalla judicial de los últimos días entre Texas y el Departamento de Justicia por las boyas en Río Grande.
