Hillary Clinton se suma al esfuerzo de exlíderes militares para presionar al Senado sobre la Ley de Mares, clave para competir con China

Si bien Estados Unidos reconoce el Tratado sobre el Derecho del Mar en 1994, nunca lo ha ratificado formalmente.

Un grupo de exlíderes militares y políticos presiona al Congreso para que ratifique la Ley del Mar, según ellos clave para poder competir con China por importantes minerales. A través de una carta dirigida a dos senadores de alto rango, explicaron los motivos por los que Estados Unidos no debería quedarse atrás en esta cuestión marítima.

El mencionado grupo, en el que resalta la presencia de Hillary Clinton y el exembajador ante las Naciones Unidas John Negroponte, está integrado también por antiguos funcionarios del Ejército, la Armada, la Infantería de Marina y los servicios de inteligencia estadounidenses.

El pedido es simple: que el Senado ratifique la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, sancionado en 1994. La iniciativa se basa en la necesidad de que Estados Unidos reclame zonas de aguas internacionales donde puedan obtenerse minerales como el cobalto y el níquel, considerados fundamentales para la transición energética y en aplicaciones de defensa.

Al reconocer pero no ratificar el tratado, el país no es miembro con derecho a voto de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos. Por lo tanto, Estados Unidos no tiene voz ni voto en el proceso de leyes que se aplican a los fondos marinos y tampoco le pueden adjudicar contratos de exploración para explotar el lecho marino en aguas internacionales, de los cuales China ya tiene cinco.

"Ya hemos perdido dos de los cuatro yacimientos mineros de los fondos marinos designados por Estados Unidos, cada uno de los cuales contiene un billón de dólares en minerales estratégicos como cobre, níquel, cobalto, manganeso y tierras raras; minerales fundamentales tanto para el dominio de la seguridad de Estados Unidos como para la transición a un siglo XXI más ecológico", se lee en la carta, dirigida específicamente al senador demócrata Ben Cardin y al senador republicano Jim Risch.

"La inacción continuada en relación con el Tratado significa una probable pérdida rápida de los dos emplazamientos designados 'USA' que nos quedan. Además, China ha avanzado para obtener cinco emplazamientos y la Federación Rusa tres y también están avanzando para obtener el monopolio del refinado de estos minerales estratégicos". 

En efecto, el apoyo para que Estados Unidos impulse la minería en aguas profundas no ha hecho más que aumentar en el Congreso. Por ejemplo, los representantes Carol Miller (R-WV) y John Joyce (R-PA), presentaron el marte un proyecto de ley para apoyar fiscal y políticamente la minería submarina.

"Durante las dos últimas décadas, el Partido Comunista Chino ha invertido estratégicamente en el control de las cadenas mundiales de suministro de minerales esenciales. Es vital para nuestra seguridad e intereses económicos que se rompa el monopolio controlado por el PCCh sobre estos materiales", señaló Joyce.

¿Qué es la Ley del Mar?

Según el Servicio Oceánico Nacional, se trata de "un conjunto de costumbres, tratados y acuerdos internacionales mediante los cuales los gobiernos mantienen el orden, la productividad y las relaciones pacíficas en el mar".