Greg Abbott desafía a la Administración Biden: no quitará la barrera de boyas

El gobernador de Texas publicó una comunicado en respuesta a la orden de Washington de quitar las medidas contra el paso de inmigrantes en el Río Grande.

El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott respondió que no quitará la barrera de boyas que su administración estatal instaló sobre las aguas del Río Grande. La medida se instaló durante la crisis fronteriza para evitar que los inmigrantes crucen las aguas del río para alcanzar la frontera estadounidense.

La Administración Biden ordenó que esta barrera acuática, hecha de boyas flotantes, fuera apartada. Pero Abbot aseguró que no lo hará y se respalda en el derecho constitucional de Texas para tomar las medidas oportunas para afrontar la crisis que "provocó" la Administración demócrata.

En un comunicado público, Abbott volvió a acusar al Gobierno de Biden de haber fomentado la entrada de inmigrantes ilegales por la frontera sur. Asegura que las amenazas del Departamento de Justicia (DOJ) no le despojan de su autoridad para proteger las fronteras de Texas.

Si de verdad le importan las vidas humanas, debe empezar a hacer cumplir las leyes federales de inmigración", escribió Abbott. "Al hacerlo, puede ayudarme a impedir que los migrantes se jueguen la vida en las aguas del Río Grande. También pueden ayudarme a salvar a los tejanos, y de hecho a todos los estadounidenses, de drogas mortales como el fentanilo, la violencia de los cárteles y los horrores del tráfico de personas.

La respuesta de Abbott surge después de que el DOJ enviase a Abbott un aviso sobre sus intenciones de emprender acciones legales contra la Administración estatal tejana por el uso de las boyas en el paso conocido como Eagle Pass. De acuerdo con fuentes del DOJ consultadas por el Washington Examiner, el uso de las boyas en la frontera violan una sección de la Ley de Río y Puertos.

Dicha sección estipula que "la creación de cualquier obstrucción no autorizada afirmativamente por el Congreso, a la capacidad navegable de cualquiera de las aguas de los Estados Unidos queda prohibida por la presente". Elle implica "muelles, embarcaderos, diques, rompeolas, mamparos, espigones u otras estructuras". Pese a todo, está puesto en duda que ese tramo del Río Grande sea navegable, y por tanto haya una navegabilidad alterada por la presencia de la barrera de boyas.

El DOJ no es el único que recurre a la ley contra las boyas. México emitió amenazas similares. La ministra mexicana de Asuntos Exteriores registró una queja formal por la presencia de las boyas, que según ella van en contra del Tratado de Aguas de 1944 entre México y Estados Unidos, que prohíbe el uso de las aguas del Río Grande.

Une empresa de canoas y kayaks también demandó a la Administración de Abbott por la presencia de las barreras en el río. Denunció que por las boyas era imposible cruzar el paso en pequeñas embarcaciones de deportes de agua.