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El español bajo la lupa de Trump: ¿Qué pasará con la lengua de 57 millones de estadounidenses?

Donald Trump firmó una orden ejecutiva que anima a instaurar el inglés como lengua oficial del país, a la vez que desaparece la página web en español de la Casa Blanca. 

El español es eliminado de la web de la Casa Blanca

El español es eliminado de la web de la Casa BlancaVoz

Juan Peña
Publicado por

Estados Unidos es un cementerio de lenguas. Es una frase que se repite en muchas columnas e informes que analizan la situación de los idiomas de las minorías en un país que ha mantenido vigente el imperio del inglés.

Lo del cementerio no es una exageración. Ni un miembro de la televisiva familia Soprano era capaz de pronunciar dos palabras seguidas en italiano. Tampoco destacan el mandarín o el cantonés, lenguas chinas de menor cantidad de hablantes, apenas poco más de 2 millones en territorio nacional.

En este contexto, el español es el único que ha crecido año tras año y de manera exponencial, incluso por encima de las cifras de la inmigración. Pero tras unas elecciones en las que quedó claro que el Partido Republicano ya no es el del electorado WASP, el presidente Donald Trump parece estar dispuesto a dar la batalla frente a la lengua de Cervantes. 

Sin idioma oficial hasta Trump

Los Estados Unidos, a diferencia de la mayoría de democracias occidentales, no dispone de forma oficial de un idioma para la nación. Sí es el caso de algunos estados que declaran al inglés, junto con otras lenguas cooficiales, el idioma oficial del estado. Esto ha sido así desde la fundación del país y hasta que el primero de marzo el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva para hacer del inglés el idioma oficial del Gobierno federal, y a mayores de la nación. 

La orden ejecutiva del presidente exime a las agencias e instituciones federales, así como a las organizaciones financiadas por el Gobierno, ofrecer alternativas traducidas del inglés en sus contenidos, trámites o cualquier gestión de cara al público. Revierte así una orden del expresidente Clinton quien obligó a las agencias a dar atención en otros idiomas que el inglés.

Para Donald Trump, esto es una forma de cohesionar la sociedad americana. "Establecer el inglés como lengua oficial no sólo agilizará la comunicación, sino que reforzará los valores nacionales compartidos y creará una sociedad más cohesionada y eficiente", reza la orden ejecutiva firmada el pasado sábado. 

Saltan las chispas en España

No es la opinión de todos. Desde el Instituto Cervantes, organismo gubernamental español que defiende el uso y aprendizaje de la lengua alrededor del mundo, se ha criticado duramente la decisión de Donald Trump. No solo por la última orden ejecutiva. También por la ausencia, o borrado, de la versión en español de la web de la Casa Blanca.

Luis García Montero, director del Instituto Cervantes y poeta con una carrera vinculada a la izquierda español, sostuvo que la decisión del Gobierno federal olvida que «no se trata solo de defender el prestigio de la lengua, sino de no humillar a gente por ser migrante o pobre».  

Las declaraciones del responsable del Instituto fueron pronunciadas frente al monarca español, Felipe VI, quien en un tono más conciliador se declaró sorprendido por la ausencia de una web en español. "Seguramente será temporal, porque a fuerza de los hechos demoscópicos y democráticos acabará siendo la segunda lengua de más uso y con influencia política", dijo el monarca en el mismo acto del mes de febrero. 

El español, lengua del 14% de los ciudadanos

El español es el segundo idioma más hablado en Estados Unidos. Según datos del Censo de 2022, aproximadamente 43,4 millones de personas mayores de cinco años hablan español en sus hogares, lo que representa el 13,7% de la población total del país. Cifras del Hispanic Council elevan el número de hablantes a 58 millones. 

Además, se estima que alrededor de 8 millones de estudiantes están aprendiendo español en Estados Unidos, lo que refleja su creciente importancia en el ámbito educativo.

​En términos de competencia lingüística, el 71,6% de la población hispana hablaba español en el hogar en 2017, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.

Sin embargo, es importante destacar que, aunque muchos hispanohablantes son bilingües, existe una proporción significativa que tiene un dominio limitado del inglés, lo que puede afectar su acceso a servicios y oportunidades.

​Geográficamente, los estados con mayor porcentaje de hispanohablantes incluyen Texas, donde el 12% de los habitantes usan el español en casa y tienen un dominio del inglés inferior a "muy bueno", seguido de California (11,9%) y Florida (9,2%).

Para el Hispanic Council, un think tank dedicado a la presencia hispana en Estados Unidos, la decisión de Donald Trump es "simbólica". Andrés Laguna Martino, coordinador y portavoz de la organización asegura a Voz que la orden ejecutiva está "en sintonía con el discurso del presidente Trump de apelar y defender los valores tradicionales estadounidenses".

Y si dicha decisión es simbólica, se debe a que la identidad hispana aún no está anclada a la cultura institucional estadounidense, lo que deja aún mucho trabajo para los grupos de defensa del español. Andrés Laguna y el Hispanic Council lamentan que esto sea así. La cultura hispana tiene un papel fundacional en Estados Unidos y los datos actuales sobre el uso del español respaldan esta afirmación. "Más del 90% de las escuelas, administradas a nivel local, cuentan con programas de español y hay más de 8 millones de alumnos de español en todo el territorio", recuerda Laguna, quien afirma que pese a la orden ejecutiva, el español "goza de muy buena salud en Estados Unidos". 

Con estos datos es difícil imaginar un futuro en el país sin el español, pese a la importancia simbólica de la orden de Trump. Sí que podría dificultar trámites a inmigrantes que no dominan el idioma, pero no frenar su avance. Especialmente en lo privado de cada familia. "71% de los hispanos utilizan el español para comunicarse en el entorno familiar", reseña Laguna Martino. 

"El español no dejará de hablarse en los Estados Unidos. Estamos convencidos de que seguirá siendo un idioma vehicular en Estados Unidos en lo político, en lo comercial, en lo diplomático y en lo social", concluye el experto. 

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