Dos detenidos por planear destruir la red eléctrica de Maryland por "motivaciones raciales o étnicas"
Según el FBI, pretendían devastar la ciudad de Baltimore, con un 61% de población negra.
Los funcionarios del FBI y de la Oficina del Fiscal Federal en Baltimore arrestaron a dos personas, a quienes describen como extremistas con motivaciones "raciales o étnicas" que intentaban atacar la red eléctrica de Baltimore (Maryland). Una población en la que el 61% de sus habitantes son negros.
Los funcionarios aseguraron que creen que se trataba de una "amenaza real" que fue frustrada el pasado mes de diciembre de 2022. En ese mes surgieron los ataques a las redes eléctricas de Carolina del Norte, Washington y Oregón. Aunque afirman que este complot no estaba relacionado con esos atentados.
Acusados por conspiración para destruir una instalación energética
El fiscal federal del distrito de Maryland, Erek L. Barron, y el agente especial Thomas J. Sobocinski, de la oficina del FBI en Baltimore, anunciaron que Sarah Beth Clendaniel (de 34 años y residente de Maryland), y Brandon Clint Russell (de 27 años y residente de Florida), fueron acusados mediante una denuncia penal federal de conspiración para destruir una instalación energética. Además de hacerlo por tener creencias extremistas violentas por "motivos raciales o étnicos".
Russell es un conocido fundador de un grupo neonazi que quiere "marcar el comienzo del colapso de la civilización", y Clendaniel es una delincuente que robaba tiendas con armas blancas (machetes).
Querían destruir Baltimore
Un informante del FBI declaró haber sido contactado por Russell en junio del año pasado. El hombre quería "atacar subestaciones eléctricas y le brindó orientación sobre cómo provocar el máximo daño" a la población. Russell luego conectó al informante con Clendaniel, para discutir los planes para un ataque a las estaciones en Baltimore y sus alrededores, según la denuncia penal.
Una grabación del informante puso en evidencia a Russell diciendo las ubicaciones de las subestaciones y a Clendaniel confesando que planeaba, en un mismo día, atentar contra cinco estaciones y que sólo "con cuatro o cinco disparos (...) destruirían por completo toda la ciudad":
Una pena máxima de 20 años de prisión
Si son declarados culpables, Russell y Clendaniel se enfrentarán cada uno a una pena máxima de 20 años en prisión federal. Según Sobocinski, la amenaza de los extremistas "está evolucionando y es persistente":
"Los acusados no se limitaban a hablar, sino que tomaban medidas para cumplir sus amenazas y promover sus objetivos extremistas. Russell proporcionó instrucciones e información sobre la ubicación (...) Describió el ataque a los transformadores de energía como lo más grande que alguien puede hacer", añadió Sobocinski.