Un distrito escolar de Texas se rebela contra el adoctrinamiento y pone fin a la ideología de género
Los chicos irán al baño de chicos y las chicas, al de chicas. Y los maestros no estarán obligados a llamar a los alumnos por el pronombre arbitrario que elijan.
El distrito escolar de Grapevine-Colleyville (Texas) aprobó esta semana una nueva política con la que pretende combatir el adoctrinamiento woke. Desde ahora, cada estudiante usará los baños de acuerdo con su sexo biológico en lugar de ampararse en identidades de género. Del mismo modo, los profesores no estarán obligados a emplear los pronombres impuestos por el alumno, aunque así lo pidan los padres.
La junta del Distrito Escolar Independiente prohíbe la Teoría Crítica de la Raza, la participación de los estudiantes transgénero en competiciones del sexo opuesto o la imposición de la fluidez de género, que dice que los individuos pueden adoptar el sexo que elijan en cada momento. También permite a los miembros del consejo escolar y a los padres supervisar determinados materiales de la biblioteca que antes llegaban a los niños sin ningún tipo de control parental. Los miembros del consejo creen que estas nuevas directrices ayudarán a expulsar "la infiltración nefasta de la propaganda social y cultural", según recogió Dallas Morning News.
El distrito de Grapevine-Colleyville, situado entre Dallas y Fort Worth, añadió en mayo dos miembros conservadores a su consejo escolar de siete miembros, tras años de mayoría izquierdista. La votación de estas nuevas políticas se resolvió por cuatro votos favorables y tres en contra. Sus defensores, señalaron los medios de comunicación locales, creen que estos cambios son necesarios para proteger a los jóvenes estudiantes del "adoctrinamiento". Por el contrario, los detractores denunciaron "censura" en estas nuevas políticas escolares.
Críticas a las políticas contra el adoctrinamiento
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Texas habló de "violación de la Primera Enmienda" y calificó de "atroces" estas medidas. En opinión de la asociación, la nueva política "estigmatiza las identidades de las personas que son negras, marrones y LGBTQ+ e invalida sus experiencias", señalaron.
Otras entidades, como la Asociación de Investigación para el Desarrollo Intercultural (IDRA), piden recuperar el anterior modelo progresista, que calificaron de educación "inclusiva" de los menores, desoyendo de este modo a la junta escolar y a los propios padres que votaron a favor de estas nuevas políticas.