Portugal arrasa a Suiza (6-1) y se jugará el pase a semifinales con la gran revelación de este Mundial, Marruecos
Actuación estelar del joven Gonçalo Ramos, que se perfila como el sucesor de CR7 en el combinado ibérico.
En un primer momento la afición portuguesa no estaba muy contenta, pues su ídolo, Cristiano Ronaldo, no formaba parte de la alineación inicial. ¡Se confirmaba que CR7 era suplente! Ya había rumores, se decía que el nivel del megacrack no era el mejor, y que sus declaraciones tras sustituido ante Corea del Sur no sentaron bien al entrenador, Fernando Santos. En fin, todo esto pasó a la historia porque al final los portugueses no sólo ganaron sino que golearon y, sí, jugó Cristiano Ronaldo.
En el primer disparo del partido, ¡golazo! Gonçalo Ramos reventó el balón contra el poste y abrió el marcador en el minuto 17. Apenas un cuarto de hora después (min. 33), Bruno Fernandes puso el balón desde la esquina derecha y Pepe se abrió paso con tremenda potencia para anotar el 2-0.
Al poco de echar a rodar el balón en el segundo tiempo, concretamente en el minuto 51, la gloria se la llevó de nuevo el pistolero Gonçalo Ramos, que puso el 3-0 en el marcador.
Minutos después, João Félix tiró una diagonal y encontró a Gonçalo Ramos, que combinó con Guerreiro para poner el 4-0 en el marcador (55’).
Los desarbolados suizos anotaron su gol de la honra en el minuto 58, con un remate de Akanji.
El 5-1 vino en el minuto 67 y de nuevo de la mano del joven Ramos (21 años), que en su primer partido como titular en esta Copa del Mundo (¡sustituyendo nada menos que a Cristiano Ronaldo!) logró un hat trick y convertirse en la gran estrella del combinado luso.
CR ingresó al terreno de juego en el minuto 73 y, aunque pocos lo imaginarían, no aportó ningún tanto a la goleada portuguesa. Marcó, sí, pero en fuera de juego.
Rafael Leão puso el 6-1 definitivo en el marcador ya en el tiempo de descuento (min. 92).
Victoria, pues, incontestable de Portugal, que pasa a cuartos de final por primera vez desde 2006 y que se enfrentará a Marruecos, que se impuso a España en la tanda de penaltis en la gran sorpresa de la jornada.