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Kat Abughazaleh: la influencer izquierdista que busca llegar al Congreso

Detrás de su ascenso meteórico, desde los pasillos de Media Matters hasta los videos virales de TikTok, hay un perfil que no escapa a la crítica: una agenda que suena familiar y declaraciones que dividen más de lo que unen.

Kat Abughazaleh, quiere llegar al Congreso.

Kat Abughazaleh, quiere llegar al Congreso.Eliana Melmed Photography

Agustina Blanco
Publicado por

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En el panorama político de Estados Unidos, donde las redes sociales han dado paso a una nueva generación de figuras públicas, Kat Abughazaleh emerge como un nombre que genera tanto atención como preguntas. 

A sus 26 años, esta periodista, creadora de contenido y ahora candidata al Congreso por el Distrito 9 de Illinois ha construido una carrera que mezcla análisis mediático, activismo progresista y una presencia digital que no pasa desapercibida. Su objetivo actual es ambicioso: desafiar a Jan Schakowsky, la representante demócrata que ha dominado el distrito desde 1999. 

Pero detrás de su ascenso meteórico, desde los pasillos de Media Matters hasta los videos virales de TikTok, hay un perfil que no escapa a la crítica: una agenda que suena familiar y declaraciones que dividen más de lo que unen.

Los orígenes: de Media Matters a la controversia con Elon Musk

La trayectoria de Kat Abughazaleh comenzó a tomar forma en Media Matters for America, una organización izquierdista conocida por su misión de monitorear y contrarrestar lo que describe como “desinformación conservadora” en los medios. 

Desde 2020, Kat trabajó allí como investigadora y productora de videos, especializándose en analizar la retórica de la derecha estadounidense. Su enfoque principal era Fox News, y en particular atacar a figuras como Tucker Carlson, a quien diseccionaba con un estilo con sarcasmo punzante. 

Ese contenido no se quedaba en los informes internos: lo llevaba a TikTok, donde sus resúmenes semanales sobre las narrativas conservadoras empezaron a ganar tracción entre una audiencia joven, alcanzando eventualmente más de 225.000 seguidores.

Sin embargo, su tiempo en Media Matters terminó abruptamente en mayo de 2024. La organización enfrentó una demanda de Elon Musk tras publicar un artículo que afirmaba que la plataforma X colocaba anuncios junto a contenido pronazi

La querella, presentada en un tribunal de Texas, acusó a Media Matters de fabricar imágenes que mostraban publicaciones de anunciantes junto a contenido extremista, presentándolas como representativas de la experiencia típica en X.

Media Matters fabricó, a sabiendas y con malicia, imágenes paralelas que mostraban publicaciones de anunciantes en la plataforma de redes sociales de X Corp. junto con contenido neonazi y nacionalista blanco marginal, y luego presentó estas imágenes como si fueran lo que los usuarios típicos de X experimentan en la plataforma”, afirma la demanda presentada".

“Media Matters diseñó tanto estas imágenes como su estrategia mediática resultante para expulsar a los anunciantes de la plataforma y destruir a X Corp.”

El resultado fue un golpe duro para la organización, con recortes que dejaron a Kat y a una docena de colegas sin empleo. 

En su cuenta de X, ella reaccionó con una mezcla de lamento y desafío: 

"Malas noticias: Fui despedida de Media Matters junto con una docena de colegas. Hay una razón por la que los multimillonarios de extrema derecha atacan a Media Matters con ejércitos de abogados: saben lo efectivo que es nuestro trabajo, y eso los aterroriza (a él [Musk])".

El episodio marcó un punto de inflexión, pero también la catapultó a una nueva etapa.

El salto a la política: una candidatura con TikTok como base

Tras su salida de Media Matters, Kat no se replegó. Se reinventó como creadora de contenido independiente, expandiendo su presencia a plataformas como Bluesky —donde hoy tiene 154.000 seguidores— y consolidando su imagen como una voz izquierdista sin filtros. Su estilo directo, que no esquiva palabras como “fucking”, la llevan una vez más a polemizar.

En marzo de 2025, dio un paso más: anunció su candidatura al Congreso por el Distrito 9 de Illinois, un área que abarca los suburbios al norte de Chicago y partes de la ciudad misma. Su meta es clara: desbancar a Schakowsky, una veterana demócrata que en las elecciones de 2024 obtuvo más del 68% de los votos en un distrito sólidamente azul.

La campaña de Kat arrancó con fuerza. En los primeros días, recaudó más de $275.000 de 7.000 donantes individuales, según reportes de prensa, una cifra que refleja el apoyo de votantes progresistas jóvenes y una base que la sigue desde sus días en TikTok.

Tommy Vietor, exasesor de Barack Obama la describió como “una de las observadoras más agudas de los medios conservadores” y destacó su habilidad para hacerse escuchar, según el Washington Post.  

Pero el respaldo no oculta las preguntas que rodean su candidatura: ¿qué tan lejos puede llegar una figura cuya experiencia se basa más en el análisis mediático y las redes sociales que en la gestión pública?

Una agenda izquierdista sin sorpresas

Si algo define a Kat Abughazaleh como candidata, es su plataforma política, un compendio de propuestas que encajan perfectamente en el molde del ala progresista del Partido Demócrata

En su página web, donde lo primero que aparece en pantalla al entrar es un gran cartel para donar dinero, aboga por una salud universal de pagador único, childcare gratuito, la expansión de la Seguridad Social, aumentos de sueldos para maestros y educación pública. 

En el ámbito ambiental, respalda el Green New Deal, una iniciativa que busca sostener la agenda del alarmismo climático. En temas sociales, su postura es igualmente clara: defiende el aborto, protecciones para la comunidad LGTBIQA+ y políticas migratorias anti deportaciones masivas

Su herencia palestina también juega un rol: graba videos con una keffiyeh de fondo y ha hecho de la causa palestina un eje de su discurso.

No hay ninguna razón por la que no deberías poder pagar vivienda, comida y salud con algo de dinero sobrante”, ha dicho en entrevistas durante la campaña, resumiendo una visión que promete bienestar económico y social para todos. 

Es una postura que recuerda a figuras como Alexandria Ocasio-Cortez, a quien Kat parece admirar, aunque sin el bagaje legislativo de la congresista neoyorquina. Sin embargo, su agenda no ofrece giros inesperados ni propuestas que se salgan del guion izquierdista estándar. Para algunos, eso la convierte en una candidata predecible.

Críticas al partido y declaraciones que generan ruido

Kat no solo apunta a los republicanos; también tiene palabras duras para su propio partido. Critica abiertamente a la “vieja guardia” demócrata, como Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, a quienes acusa de no resistir lo suficiente a Donald Trump, reelegido en 2024. “Desafortunadamente, este partido se ha convertido en uno donde tienes que buscar las excepciones para encontrar liderazgo real, mientras la mayoría trabaja con un manual desactualizado”, afirmó en un video de campaña.

Sin embargo, sus declaraciones no se quedan en la crítica interna hacia el Partido Demócrata. Kat ha sido una detractora feroz de Trump, a quien acusa de “desmantelar el país pedazo a pedazo” junto a aliados como Elon Musk. 

En su página web señala sin matices: “Me postulo para el Congreso porque la misma mierda de siempre no funciona y no funcionará para derrotar la agenda de Trump y Musk”, ha dicho, mostrando una postura combativa que no admite grises. 

También ha apuntado contra Tucker Carlson. Ella celebró su despido de Fox News en 2023 En su cuenta de X, Kat lo recuerda y sigue celebrando:

Fox News despidió a Tucker Carlson hace un año -- Me alegra informar que ha sido un año difícil para el fascista más chillón de Estados Unidos”.

El problema de la residencia: ¿una candidata desconectada?

Uno de los puntos más débiles de su candidatura es su lugar de residencia. Kat vive en Streeterville, un vecindario acomodado de Chicago que no forma parte del Distrito 9, el cual incluye suburbios como Evanston y Skokie, además de áreas urbanas al norte de la ciudad. 

Aunque la ley no exige que un candidato resida en el distrito que representa —solo en el mismo estado— el hecho ha generado críticas entre quienes ven en ella a una forastera sin vínculos reales con la comunidad que busca liderar. “Nos mudamos inminentemente”, explicó en respuesta a los cuestionamientos. 

La excusa no ha silenciado las voces que señalan una desconexión, especialmente en un distrito donde Schakowsky ha construido una base leal basada en su presencia local desde hace décadas.

Polémicas que la persiguen

El estilo de Kat Abughazaleh es tanto su fortaleza como su talón de Aquiles. Su uso de un lenguaje desenfadado, como la “maldita columna vertebral” de su anuncio de campaña, ha dividido opiniones. 

Para sus seguidores, es una muestra de autenticidad, una ruptura con la corrección política que domina a muchos políticos. Para sus detractores, es una señal de inmadurez, un contraste poco favorable con la sobriedad esperada de una congresista. 

Durante sus años en Media Matters, se ganó la antipatía de la derecha por su análisis de Fox News y sus burlas a Carlson. Tras el despido del presentador, su celebración pública no pasó desapercibida, consolidándola como una figura polarizante. 

Ahora, como candidata, esas polémicas la siguen, especialmente en un clima político donde la derecha —fortalecida por la reelección de Trump— no duda en señalarla como parte de una izquierda radical que desprecia a la mitad del país.

¿Una renovadora o un eco más?

Kat Abughazaleh llega al ruedo político con energía, sí y una base digital interesante. Su capacidad para movilizar donantes —$275.000 en pocos días— y el respaldo de figuras como Vietor sugieren que tiene un atractivo real entre los progresistas jóvenes.

Sin embargo, su candidatura no escapa a las sombras: una plataforma que no se aparta del guion izquierdista estándar, una residencia que la aleja del distrito y un historial de declaraciones polémicas.

Enfrentarse a Jan Schakowsky no será fácil. La veterana demócrata ha convertido el Distrito 9 en un bastión azul, con victorias consistentes.

Kat, por su parte, apuesta por un cambio generacional, pero su falta de experiencia en gobierno y su enfoque en temas nacionales por encima de los locales podrían limitar su alcance. 

La oportunidad de generar riqueza

En su página web, donde explica los motivos para ser candidata, señala que: “nosotros (los menores de 50, supongo) no hemos tenido la oportunidad de generar riqueza como las generaciones anteriores, pero eso no disminuye el valor de nuestras vidas. Por eso necesitamos una representación que conozca de verdad las realidades del panorama económico y social actual, porque merecemos nuevas soluciones para 2025 y más allá en lugar de las mismas que nuestros legisladores han impulsado desde 2005”.

Las contradicciones de su visión política

Sobre la “existencia básica” del ser humano, la candidata tiene muy en claro el valor de la existencia humana al decir: “La existencia es un derecho, no un privilegio, y no podemos permitir que nadie nos diga lo contrario”. 

Sin embargo, en el apartado de los "Derechos Reproductivos" señala:

Para mí es bastante sencillo: el acceso al aborto es esencial para la atención médica, así de simple”. 

Pero esas contradicciones no son solo suyas; se extienden al Partido Demócrata en líneas generales que busca representar. Kat defiende con firmeza declaraciones que resuenan como un principios universales, pero choca con su apoyo hacia causas opuestas que describe como “esenciales”.

Su residencia fuera del Distrito 9, su crítica a la “vieja guardia” mientras se alinea con sus ideas progresistas, y su salto de TikTok a la política sin experiencia legislativa añaden capas a una larga lista de tensiones.

En el horizonte de 2026, Kat Abughazaleh encarna un capítulo abierto en la historia demócrata: una lucha entre el idealismo de las bases jóvenes y las realidades de un partido que aún busca definirse frente a un país con un Partido Republicano con fuerte liderazgo.

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