La jefa de la NPR admite ante el Congreso que fue un error desacreditar y no cubrir la historia de la laptop de Hunter Biden

La actual directora ejecutiva de la NPR, Katherine Maher, reconoció ante el Congreso que fue un error haber desacreditado e ignorado la historia de la laptop perdida de Hunter Biden, que en su momento fue censurada en diversas plataformas de redes sociales y poco cubierta por los principales medios de comunicación de EEUU.

En una audiencia ante el Congreso, Maher y la directora ejecutiva de PBS, Paula Kerger, fueron interrogadas por los republicanos de la Cámara en el recién formado subcomité 'Delivering on Government Efficiency (DOGE)'.

La audiencia trató sobre las acusaciones de sesgo en la cobertura informativa financiada con fondos federales (dinero de los contribuyentes).

"Quiero decir que NPR reconoce que nos equivocamos al no haber cubierto la historia de la laptop de Hunter Biden de manera más agresiva y oportuna", dijo Maher respondiendo al interrogatorio del representante Michael Cloud, republicano por Texas.

Luego, en un intercambio con el representante Brian Jack, republicano por Georgia, Maher reiteró: “Cometimos un error”.

Maher, nombrada directora ejecutiva de NPR en 2024, no estaba en la emisora pública cuando la historia de la laptop de Hunter Biden vio luz gracias a un reportaje del New York Post en 2020, a semanas de las elecciones presidenciales que enfrentaron a Donald Trump y Joe Biden.

Si Bien Maher intentó defender que la NPR es una organización 'no partidista', durante varios tramos del testimonio admitió ante los interrogatorios de los republicanos varias situaciones preocupantes, como el hecho de que el board de la organización de medios está compuesto mayoritariamente por demócratas.

En aquel momento, el reportaje del NYP reveló contenido explícito y controversial del entonces hijo del candidato demócrata a la Presidencia. Entre muchas revelaciones, el tabloide neoyorquino reportó cómo Hunter Biden usó la influencia política de su padre para hacer negocios turbios en el extranjero y también cómo su padre, en calidad de vicepresidente, presionó al Gobierno ucraniano para que despidan a Viktor Shokin, un fiscal ucraniano que investigaba por corrupción a una empresa energética para la que Hunter trabajaba.

El escándalo, que fue acrecentándose con el paso del tiempo, fue desacreditado por la gran mayoría de los medios de comunicación estadounidenses de corte progresista. Muchos de ellos, además de ignorar la historia de la laptop, además decidieron acusar al New York Post de difundir desinformación rusa en plena campaña electoral, sugiriendo que el reporte era un truco político que buscaba beneficiar electoralmente a Trump. La NPR fue uno de los tantos medios estadounidenses que adoptó una postura editorial clara sobre el tema, con el agravante de que es una organización financiada por los contribuyentes.

Por ejemplo, en 2020, la entonces editora pública de NPR, Kelly McBride, respondió a un oyente que le consultó sobre por qué la NPR no cubría el escándalo de la laptop de Hunter Biden.

En su respuesta, McBride dijo que el reportaje del NYP tenía "muchas, muchas señales de advertencia", incluyendo los no comprobados vínculos con Rusia.

El editor general de NPR, Terence Samuel, fue aún más radical en su postura, afirmando que la laptop de Hunter Biden no era más que un truco político.

"No queremos perder nuestro tiempo en historias que en realidad no son historias, y no queremos hacer perder el tiempo a nuestros oyentes y lectores con temas que son solo distracciones", dijo Samuel a McBride. "Y, francamente, así fue como terminamos viendo esto… fue un evento impulsado políticamente, y decidimos tratarlo de esa manera".

Finalmente, luego de que Joe Biden ganara las elecciones en 2020, las autoridades federales anunciaron investigaciones contra Hunter Biden y los medios empezaron a dar mayor cobertura a la historia de la laptop luego de que la desacreditaran e ignoraran por meses. Con el tiempo, el hijo del expresidente demócrata fue encontrado culpable de diversos delitos federales, en parte gracias a la información recababa en la laptop abandonada en un taller de Delaware.