¿Por qué Trump necesita a Groenlandia?
Entrevista a Guillermo Lafferriere, analista militar especializado en geopolítica: “EEUU bajo Trump parece encaminarse a actuar como una Gran Potencia en su 'zona de influencia'”.
-El presidente electo Donald Trump ha manifestado reiteradamente sus deseos de ampliar las fronteras de EEUU al asumir su mandato. En particular ha encauzado sus directrices hacia Groenlandia. ¿Cuál es el valor que tiene una isla con más del 80% cubierto de hielo?
-El valor de Groenlandia, que convengamos es inmensa, es su posición geográfica en el Atlántico Norte. Está ubicada casi “a la salida” de las rutas de navegación que el descongelamiento del Ártico ha generado. Si nos fijamos en un mapa que observe el mundo desde el Polo Norte, Groenlandia con la costa Norte de Canadá y la de Alaska conforman una suerte de línea de contención semicircular que en cierta medida limita la proyección que tanto Rusia (poseedora de 24000 Km de costa sobre el Ártico) y China pueden hacer desde el Extremo Oriente hacia Europa Occidental. Parece una aproximación extraña, pero es la manera en que se observa al mundo con ojos estratégicos.
-¿Cuál es la presencia de las potencias mundiales en el Ártico y el Atlántico Norte ?
-En el Ártico operan principalmente todos los países “costeros” con sus FFAA. Esto incluye a los Escandinavos, Finlandia, EEUU, UK y Rusia. El único que posee fuerzas relativamente importantes de manera permanente es Rusia. Fuera de lo militar, China e India están muy activos allí también. En no poca medida el Ártico es un espejo de lo que puede pasar en el futuro con la Antártida.
-¿Están operando China y Rusia en conjunto en el Ártico y el Atlántico norte? ¿Con qué infraestructura? ¿Qué peligro representan para EEUU?
-Sin dudas operan en conjunto pero están en una etapa de inicio de la relación. Alguna analista austríaca incluso arriesga que vamos a una Guerra Fría 2.0 entre EEUU y “dragon-bear”. Esta interacción ruso-china es el legado envenenado que Biden generó con su desastrosa aproximación a los asuntos de seguridad en Europa que derivaron en la guerra entre Rusia y Ucrania con toda la OTAN en apoyo de esta última. Basta escuchar las declaraciones de Trump de pocos días atrás para ratificar en un todo lo que expreso respecto a Biden. En punto a esa interacción, el uso del Ártico va más allá de las oportunidades económicas y nos lleva a las militares, pues ahora China puede proyectar poder naval directo sobre Occidente sin pasar la conocida como primera línea de islas en el Pacífico, que es una que empieza en Japón y se continúa hasta las Filipinas y poco más. Esa ruta ártica además se hace en un espacio donde Rusia tiene el control de 24000 km de costa con más de once rompehielos de propulsión nuclear y una larga tradición de presencia militar en la zona. Ese legado envenenado de Biden es una verdadera vergüenza para Occidente.
-¿Cuál es la presencia de la OTAN en la región?
-La OTAN tiene una presencia esporádica en la región a través de ejercitaciones militares. Sin embargo, es muy probable que submarinos balísticos de EEUU, Francia o de UK patrullen la zona como parte de sus despliegues habituales. En modo alguno la presencia de la OTAN, a mi juicio, sirve ante la magnitud de un eje ruso – chino como el que mencionamos.
-¿Por qué EEUU no impidió el avance de potencias hostiles hasta ahora? ¿Puede revertir la pérdida de ventaja competitiva?
-Porque respecto a Rusia se la subestimó y en cierto sentido se la pensó como una gran potencia incapaz de actuar como tal. Un error garrafal que debemos en tiempos recientes a Bush (h) y coronó el desastroso Biden. En cuanto a China, EEUU se ha centrado en los aspectos militares, cuando China es un desafío que va mucho más allá de lo militar, que actúa en lo económico, tecnológico y de influencia política hoy a nivel global. Para complicar todo, EEUU no ha modernizado su instrumento militar, especialmente el nuclear en estos años. No sé si esta tendencia puede ser revertida.
-¿Cómo se despliega el resto del escenario de conflicto en la zona?
-No debe analizarse esto como una situación que ya-está-ocurriendo-a pleno. En estrategia y geopolítica se opera de manera preventiva para evitar que ciertos procesos se den en su total magnitud.
-¿Ud se ha referido en diversas oportunidades a las nuevas rutas que China está abriendo?
">HILO Comenzamos el diario reporte, donde trataremos de comprender las referencias de Trump a Groenlandia, Canadá, el Canal de Panamá y el tema rehenes que mantienen los terroristas de Hamas
— Guillermo Lafferriere (@glafferriere) January 8, 2025
Ahí vamos!!
a. Groenlandia y Canadá
1) Todo lo referente a esta inmensa superficie en el… pic.twitter.com/szYTTutHWM
-De manera muy grosera habilitan a buques en el extremo noreste de China a navegar por el Ártico y aparecer en el norte de Europa. Eso ya puede hacerse con la colaboración de Rusia.
-¿Cree que Dinamarca está en condiciones de oponer resistencia a las ambiciones de Trump, qué tipo de conflicto puede ocasionar se en el seno de la OTAN?
-Dinamarca nunca pudo oponerse a nada serio. Tampoco tiene capacidad militar alguna para afrontar el desafío estratégico que hemos descrito. En caso de que EEUU decidiera tener a Rusia como un enemigo del calibre de China, Groenlandia es vital. La OTAN lo sabe también. Quizás vayan a un tipo de acuerdo respecto a bases militares, pero no apostaría a que EEUU que espere mucho tiempo por esto.
-Muchos analistas ven en el interés de Trump en Canadá, el canal de Panamá y Groenlandia una reedición de algunas políticas regalistas. ¿Está entrando EEUU en una nueva etapa injerencista? ¿Puede recobrar la influencia geopolítica perdida durante estos años? ¿Es necesaria esta nueva estrategia tan agresiva? En definitiva : es imperioso para Trump quedarse con Groenlandia?
-Trump y su equipo tienen plena consciencia tanto del legado desastroso de Biden como del cambio en la situación estratégica producto de décadas de desastrosas políticas de EEUU como fueron Afganistán e Irak y ni hablar todo lo relacionado con la “primavera árabe”. EEUU sin dudas ha perdido credibilidad estratégica, algo que no es percibido adecuadamente por el gran público, pero con claridad por todos los aliados de EEUU. Esa falta de credibilidad, algo que atisbaba de Gaulle y Adenauer a principios de los 60 del Siglo XX, es tal que no pocos en Europa y Asia se preguntan si EEUU está dispuesto a luchar por ellos en caso de una crisis. En ese estado de situación estamos. Si Trump se queda sólo en enunciados respecto a los temas que plantea la pregunta, veremos un mundo que vaya a una proliferación nuclear que no pueden siquiera imaginar.