¿Por qué California sigue contando votos un mes después de las elecciones?
El gobernador Gavin Newsom firmó el voto universal por correo en 2021 y desde entonces la eficiencia en materia electoral del Golden State ha ida cayendo.
Más de un mes después de las elecciones presidenciales, California sigue contando votos. No solo para determinar los resultados finales de la contienda entre Donald Trump y Kamala Harris, sino también en carreras que tiene que ver con el control de Congreso y de la Asamblea estatal. Lógicamente, muchos votantes y analistas a lo largo y ancho del país se han preguntado lo siguiente: ¿Por qué California sigue contando votos?
El Golden State resulta ser el más populoso del país, con una población estimada de 38 millones de personas. Sin embargo, esto solo no alcanza para justificar la demora. Por ejemplo, Texas tiene unos 30 millones de habitantes y los resultados completos estuvieron disponibles en los días posteriores al 5 de noviembre.
Incluso Florida, con unos 29 millones de habitantes, terminó la noche de las elecciones con el 99% de todos los votos contabilizados, finalizando el conteo en los dos días posteriores.
Los motivos que explican esta demora en el conteo de los votos tienen que ver estrictamente las leyes electorales aprobadas por los demócratas del estado y promulgadas por el gobernador Gavin Newsom.
¿Cómo se vota en California?
Según la Constitución Nacional, los estados tienen potestad absoluta sobre la forma de conducir las elecciones dentro de sus fronteras, lo que explica por ejemplo que algunos pidan algún tipo de identificación a la hora de votar y otros elijan no hacerlo.
Por lo tanto, la decisión pesa sobre los hombros de los legisladores y los funcionarios electorales de los respectivos estados.
El estado diseñó sus elecciones para intentar maximizar la participación, evidentemente en detrimento de la eficiencia a la hora de contar los votos.
Si bien hace años que California tiene mucho voto por correo, esta tendencia se profundizó aún más después de la pandemia del 2020. Ese año, el Golden State envió a todos sus votantes papeletas por correo y desde entonces decidieron adoptarlo para la posteridad.
La ley AB 37 de 2021
El asambleísta demócrata Marc Brenan fue el autor de la AB 37, legislación aprobada en 2021 que autorizó que los funcionarios electorales les envían una boleta por correo a cada votante registrado activo, así la haya o no solicitado. La ley fue promulgada el 27 de septiembre del 2021 por el gobernador Newsom.
De acuerdo con Brenan, el espíritu de la ley era fomentar y aumentar la participación cívica de los ciudadanos del estado. En ese momento, California se convirtió en el octavo estado en implementar de forma permanente el voto por correo universal.
La legislación también permite que los votos por correo puedan llegar días después de la elección, siempre que tengan el matasellos fechado el día de las elecciones o antes. Aquí es donde el proceso se vuelve más lento, dado que todas esas papeletas deben procesarse y verificarse, buscando que la firma en la papeleta coincida con la del archivo. De no ser así, los votantes tienen hasta 26 días para intentar corregirlo.
A su vez, en California los votantes pueden registrarse el mismo día de la elección, por lo que las personas que no se registraron previamente pueden emitir un voto provisional el mismo día de las elecciones. Ese voto se cuenta aparte y luego tiene que ser verificado por los funcionarios estatales para definir si es elegible o no.
Inicialmente, las papeletas podían llegar hasta tres días después de las elecciones, pero ahora pueden llegar hasta una semana después. Por lo tanto, los funcionarios supieron cuántas papeletas había para contar el 12 de noviembre.
"Lo que eso significa es que las cosas son un poco más lentas. Pero en una sociedad que quiere gratificación inmediata, creo que nuestra democracia vale la pena tomarse un poco de tiempo para hacerla bien y crear un sistema en el que todos puedan participar", reconoció Brenan sobre la ley del 2021.
Según la California Voter Foundation, el uso mayoritario de la votación por correo trae consigo estas demoras de más de un mes. No solo porque estas suelen tardar más en procesarse, sino también porque los funcionarios electorales deben verificar si hay boletas duplicadas, verificar las firmas y, a veces, rehacer las boletas que han sido aplastadas, dañadas o marcadas incorrectamente.
“Cuanto más dure esto, sea cierto o no, siembra desconfianza en el sistema”
Para el republicano Joe Patterson, asambleísta de California, la demora en el conteo de los votos puede dañar la confianza de los ciudadanos en el sistema.
“El hecho de que haya sido un problema durante mucho tiempo no significa que no podamos o no debamos resolverlo. Es muy importante señalar que cuanto más se prolongue, sea cierto o no, sembrará desconfianza en el sistema y necesitamos más confianza en nuestro sistema electoral”, le dijo a Los Angeles Daily News.
Para el Election Integrity Project California, un think tank local, “no es necesario enviar papeletas a quienes no las han solicitado y, por supuesto, tampoco a los inscritos que ya no están en condiciones de votar legítimamente”.
De hecho, este año el estado envió 6,5 millones de papeletas para votar por correo, cuyo costo de impresión y envío fue de 11 millones de dólares, a votantes que finalmente optaron por quedarse en sus casas y no votar.