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Los demócratas impulsan remover a Biden tras el fracaso en el debate, pero reemplazarlo contra su voluntad resultaría "casi imposible"

Figuras como Van Jones de CNN o Nicholas Kristof de The New York Times han pedido públicamente que el actual presidente dé un paso al costado. Sin embargo, este proceso se antoja por lo menos complejo. 

Joe BidenCordon Press

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Joe Biden salió muy debilitado del primer debate presidencial contra Donald Trump. De acuerdo con las primeras encuestas, siete de cada diez televidentes encontraron como ganador al republicano, a lo que hay que sumar el alto grado de preocupación entre los demócratas por la imagen que el presidente dejó en el escenario de CNN en Atlanta. 

Por estos motivos, incluso minutos antes de finalizado el debate, prominentes figuras demócratas de los medios de comunicación empezaron a barajar la posibilidad de que el actual Comandante en Jefe dé un paso al costado y decline su candidatura, por supuesto con el objetivo de evitar un mal mayor en noviembre. Incluso revelaron conversaciones en off mantenidas con figuras del partido, muchos de los cuales estarían festejando con la aparición de un candidato alternativo. 

Desde Van Jones de CNN y hasta Nicholas Kristof, histórico columnista de The New York Times, muchos se expresaron casi pidiéndole a Biden que no sea el candidato. 

Sin embargo, el presidente ya tiene suficientes delegados comprometidos como para ser el nominado demócrata, lo que abre un problema grande en caso de que no se baje voluntariamente. 

¿Podrían los demócratas remover a Biden contra su voluntad? 

Como en cualquier proceso de primarias democráticas dentro del Partido Demócrata, es decir, las de 1970 en adelante, los estados individualmente eligen al candidato de su preferencia, enviando a la convención una determinada cantidad de delegados, que votan por el candidato por el cual se comprometieron. 

En otras palabras, si Biden obtuvo 160 delegados en California, estas personas no tienen otra opción más que votar por su nombre el día de la convención, la cual se celebrará a comienzos de agosto en Chicago. 

Sin embargo, los delegados de la Convención Nacional Demócrata no están "atados" a su candidato. De acuerdo con las reglas actuales, y apegándose a la literalidad del texto, tienen cierto margen de maniobra. 

"Los delegados elegidos para la convención nacional que se hayan comprometido con un candidato presidencial deberán reflejar en buena conciencia los sentimientos de quienes los eligieron”, se lee en las reglas de la Convención Nacional Demócrata.

Con todos los estados ya habiendo celebrado sus primarias presidenciales, Biden tiene un estimado de 3.800 delegados comprometidos, muchos más de los que necesita para asegurar la nominación. 

Por lo tanto, para remover a Biden contra su voluntad a través de los delegados, estos deberían revelarse en masa, algo que no tiene precedente y que parece muy poco probable, más aún teniendo en cuenta que el actual presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, es un antiguo aliado del presidente. 

En caso de querer cambiar las reglas para hacer más sencilla la remoción de Biden, los miembros del Comité Nacional Demócrata debería reunirse antes de la convención y modificar el funcionamiento de la Convención. 

Además, en las últimas décadas, ningún partido ha intentado remover al nominado arbitrariamente, por lo que marcaría un precedente histórico. 

¿Y si Biden se retira antes de la convención? 

Ese sería un escenario completamente distinto y seguramente mucho más amigable para todas las partes. Si una semana antes de la Convención el presidente declina públicamente su candidatura, al mejor estilo Lyndon Johnson en 1968, esta parte del problema quedaría resulta y Biden ya no sería el nominado demócrata. 

Por supuesto que de esta opción se desprende otra interrogante: ¿Quién reemplazaría a Biden?. A pesar de que Kamala Harris es la presunta nominada a vicepresidente, esto no le otorga ningún privilegio, por lo que debería competir para alcanzar una mayoría de los 4.000 delegados demócratas

Esta posibilidad le abriría la puerta a muchos demócratas que coquetearon con una candidatura, pero que no se lanzaron por respeto a la investidura presidencial de Biden. Entre ellos se encuentran Gavin Newsom, Gretchen Whitmer y JB Pritzker, entre tantos otros. Aunque también poco probable, algunos analistas presentaron al gobernador de Pennsylvania, Josh Shapiro, como uno de los contendientes más firmes contra Trump.

Sin embargo, todas las discusiones se terminarían si Michelle Obama ingresa a la carrera, algo con lo que se ha especulado mucho en los últimos meses. 

En caso de que el presidente opte por retirarse en la misma convención, el proceso sería el mismo. Provocaría una convención abierta con todos los potenciales candidatos luchando entre sí por los delegados. 

¿Podría Biden retirarse después de la convención? 

En este último caso, el presidente crearía una vacante en la boleta nacional del partido que ya lo nominó como candidato. 

Para llenar ese vacío, Biden debería convocar a una “reunión especial” del Comité Nacional Demócrata en pleno, que incluye alrededor de 500 miembros. Aunque escrito no suene algo muy burocrático, los presentes deberían votar y elegir por mayoría a los nuevos candidatos a presidente y vicepresidente.

Esta opción presenta también otra problemática. Resulta que las boletas se imprimen con mucha anticipación a las elecciones, por lo que quizás no sea posible cambiarlas a tiempo, abriendo la puerta a cuestiones constitucionales y logísticas.  

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