Kari Lake está a un paso de lanzar su candidatura al Senado en Arizona

Mientras termina de resolver sus demandas electorales del 2022, Kari Lake está cada vez más cerca de anunciar su candidatura al Senado en 2024. La republicana se reunirá con senadores próximamente, lanzará un libro y, según confesó uno de sus ayudantes, la probabilidad de que busque el asiento de Kyrsten Sinema es de 99 %.

Lake fue respaldada por Donald Trump en su intento de quedarse con la gobernación de Arizona en 2022. Tras imponerse en una primaria reñida de lo esperado ante Karrin Taylor Robson, era la favorita para suceder a Doug Ducey en el Grand Canyon State, o por lo menos eso era lo que reflejaban las encuestas de la época.

Aunque el promedio del Real Clear Politics la situaba 3,5 puntos arriba de la demócrata Kattie Hobbs, esta última terminó imponiéndose el día la elección por 0,6 puntos porcentuales, unos 17.000 votos sobre más de 2,5 millones. Fue la elección a gobernador más cerrada de las elecciones de medio término.

¿Kari Lake al Senado?

Lake cuestionó los resultados debido a las demoras en la impresión de boletas y a las largas filas que tuvieron lugar sobre todo en el condado de Maricopa, donde también alegó que se habían agregado unas 35.000 boletas extra. Presentó una demanda al respecto en diciembre del 2022.

Mientras la republicana termina de resolver las demandas, se reunirá el jueves 11 de mayo con senadores en Capitol Hill, sin otro motivo que reforzar sus intenciones de postularse al Senado en 2024. Hasta el momento, solo Mark Lamb, sheriff del condado de Pinal, ingresó en las primarias republicanas.

Lake está dando muchas señales de que entrará en la carrera. Por ejemplo, lanzará próximamente un libro, titulado Sin miedo: recién comenzando y tuvo declaraciones más que sugerentes durante su visita por el Reino Unido. En diálogo con Piers Morgan, aseguró que “si por alguna razón no obtenemos un resultado justo en nuestra elección, lo más probable es que me postule para el Senado”.

Además, su ayudante Colton Duncan precisó estar un “99 por ciento seguro de que se postulará para el Senado”.

La disyuntiva de los republicanos de Arizona por sus candidatos

El Comité Senatorial Republicano Nacional (NRSC) todavía no tiene un favorito en Arizona, aunque El propio Steve Daines (presidente del NRSC) indicó recientemente que quiere ver “un candidato que pueda ganar una elección general”. En este caso en particular, Mitch McConnell declaró que su victoria dependerá de los nombres en la boleta sean “adecuados”.

En efecto, los republicanos del estado tienen serias dudas de repetir candidatos del estilo de Lake o de Blake Masters. "Basta con mirar lo que pasó en las dos últimas elecciones. Usted de ninguna manera tiene que adivinar lo que sucede cuando los candidatos MAGA ignoran las cuestiones de pan y mantequilla que los arizonianos se preocupan. Kari Lake no es gobernadora. Blake Masters no es senador. Los republicanos tienen que volver a lo básico”, expresó Barrett Marson, estratega político local del GOP, en diálogo con POLITICO.

Brady Smith, antiguo asesor de campaña de Lake, llamó a no subestimar la popularidad de los candidatos del estilo con las bases del partido. “(Lake) ha demostrado que sigue contando con la lealtad de la base del GOP; cualquiera que tenga en mente la carrera al Senado tiene que tenerlo en cuenta en sus cálculos”, le confesó al mismo medio.

Karrin Taylor Robson, una republicana más moderada también está en conversaciones con el NRSC para evaluar una posible candidatura. Aunque cayó derrotada en las primarias del 2022 precisamente ante Lake, algunos la ven como la opción con más chances de imponerse en noviembre del 2024. Otros ven una oportunidad en Jim Lamon, el empresario que también perdió su primaria al Senado en 2022 ante Blake Masters.

La senadora titular, Kyrsten Sinema, todavía no decidió si buscará o no un segundo mandato. La independiente ya conoce las intenciones de Rubén Gallego, el demócrata que buscará desbancarla. En caso de querer intentarlo, las elecciones al Senado en Arizona se convertirían en una carrera a tres bandas entre la independiente, un demócrata y un republicano.