Biden libera a criminales y cede a chantajes de enemigos como Rusia
La Administración demócrata sigue negociando con Vladímir Putin y Nicolás Maduro mientras los tiranos hacen de las suyas.
El intercambio de prisioneros entre Joe Biden y Vladímir Putin ha sido una de las decisiones más polémicas que ha tomado el presidente norteamericano en todo su mandato, pues no solo parece muy poco acertada, sino que podría marcar un precedente sumamente peligroso para la seguridad de los americanos.
Han sido amplias las críticas hacia la decisión de optar por traer a Brittney Griner, una estrella de baloncesto que supuestamente odia a América, antes que a Paul Whelan, un infante de marina que fue detenido mientras servía a su país. Pero es que además, el canje podría haber beneficiado mucho más a Rusia que a Estados Unidos.
Recientemente Biden decidió entregar a Rusia a Viktor Bout, traficante de armas y exmilitar ruso que cumplía una condena de 25 años de prisión por conspiración para matar estadounidenses, exportar misiles antiaéreos y apoyar con bienes materiales a una organización terrorista.
A cambio, Biden pidió a Putin la liberación de Griner, una deportista que fue detenida en el aeropuerto de Moscú y fue condenada a nueve años de prisión por llevar consigo un vapeador y un líquido que contenía cannabis, que aparentemente la ayudaba a calmar el dolor que causaban sus entrenamientos intensivos de baloncesto.
“Bout no es un canalla ordinario. Está vinculado al propio Putin a través de Igor Sechin, ex agente de la KGB, actual director ejecutivo de Rosneft y una de las personas más influyentes en el círculo de Putin”, explicó Rebekah Koffler, experta en temas de Rusia y ex oficial de inteligencia de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA, por sus siglas en inglés).
De hecho, Koffler consideró que ahora que Bout fue liberado podría desempeñar un papel importante en la guerra entre Rusia y Ucrania, pues el exmilitar podría apoyar a Putin con los suministros de armas y perjudicar a Kiev.
“Es un pez enorme, un activo de alto valor para Putin, en comparación con Griner”, opinó la especialista.
Sin embargo, ahí no acaba el problema, pues esta decisión podría poner en riesgo a otros ciudadanos americanos que pisen otras naciones, porque podrían ser detenidos y utilizados como carnada para chantajear a la Administración Biden.
Bob Menéndez, senador por Nueva Jersey y presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, criticó la decisión de Biden e invitó a una “profunda reflexión” sobre el “grave problema con la toma de rehenes estadounidenses”.
“Debemos dejar de invitar a regímenes dictatoriales y deshonestos a utilizar a los estadounidenses en el extranjero como moneda de cambio, y debemos esforzarnos por alentar a los ciudadanos estadounidenses a que no viajen a lugares como Rusia, donde son los principales objetivos de este tipo de detenciones ilegales”, manifestó.
Asimismo, Menéndez resaltó que no hay equivalencia entre las personas como Griners y las que son como Bout, por lo que a su juicio poner en libertad al conocido como “mercader de la muerte” es una decisión que incluso puede ser considerada como “profundamente perturbadora”.
¿Liberar criminales se convierte en política de Estado?
Pero este tipo de negociaciones no son nuevas y pareciera que empiezan a convertirse en política de Estado. En vez de permitir que se haga Justicia en Estados Unidos, Biden ha decidido liberar a criminales a diestra y siniestra sin importar que la imagen que está revelando al mundo es de debilidad, pues demostraría que no ha podido lograr los objetivos por sus propios medios y en cambio, prefiere negociar.
En noviembre Biden hizo una negociación similar con el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, y decidió liberar a dos narcotraficantes a cambio de siete americanos inocentes que habían sido apresados en el país suramericano. Los dos criminales eran los narcosobrinos de Maduro, que fueron detenidos y acusados de traficar drogas hacia Estados Unidos.
“Se ha premiado al régimen de Maduro y se ha puesto en precio sobre la cabeza de los americanos en todas partes del mundo (…) Ahora todos los tiranos y dictadores saben que pueden capturar a americanos después de mantenerlos encarcelados injustamente, y recibir algo a cambio”, dijo en su momento el senador republicano Marco Rubio.
Queda esperar a conocer cómo avanzan este tipo de negociaciones por parte de la Administración Biden, que ha dejado evidencia que está dispuesta a aliviar sanciones y liberar criminales para favorecer a regímenes autoritarios como los de Rusia y Venezuela.