Un proyecto de ley fronteriza que murió y la estrategia de los demócratas para culpar a los republicanos de la crisis migratoria
El senador Schumer decidió volver a someter a votación un paquete que no tenía ningún futuro ni en el Senado ni en la Cámara.
Este jueves se votó en el Senado un proyecto de ley de seguridad fronteriza que ya había sido presentado a inicios de este año y no había alcanzado los votos necesarios. Como era de esperarse, esta vez tampoco consiguió los 60 votos necesarios, en cambio, lo que logró fue un rotundo rechazo de toda la bancada republicana. La pregunta que se hacen muchos es por qué el líder de la mayoría demócrata, el senador Chuck Schumer, decidió volver a someter a votación un proyecto que no tenía ningún futuro ni en el Senado ni en la Cámara.
Desde que este proyecto vio la luz, los republicanos han dado diferentes razones para su voto en contra. Han asegurado que no soluciona la situación en la frontera sino que solo asigna más recursos para atender el flujo actual. Algunos, como el senador Ted Cruz, han afirmado que esta propuesta incluso empeora la situación porque normaliza el alto número de migrantes que están cruzando por la frontera sur en este momento. También, han resaltado que el presidente Biden ha eliminado muchas de las políticas impuestas por el expresidente Donald Trump que mantenían la frontera segura.
Este paquete de reformas fronterizas fue presentado en su inicio como un proyecto de ley bipartidista, sin embargo, aunque contó con la participación de un par de republicanos para su desarrollo, desde el primer momento la mayoría republicana rechazó la propuesta y dijo que no había posibilidad de que dieran su voto. Este jueves, en su segunda votación, el proyecto de ley ni siquiera contó con el apoyo del senador republicano James Lankford, quien fue uno de sus creadores. La votación tuvo un resultado de 43-50 y seis senadores demócratas se unieron a los republicanos para bloquearlo.
Aunque el líder de la mayoría demócrata en el Senado tenía claro que este proyecto no saldría adelante, el hecho de llevarlo a una votación le da la oportunidad de pararse frente a los medios y decirle a los americanos que su partido intentó solucionar el problema migratorio presentando un proyecto de ley, pero que los republicanos no quisieron aprobarlo. Tras más de tres años en la Casa Blanca, evitando el problema de la frontera, e incluso tomando medidas que incentivan la migración, a tan solo unos meses de las elecciones, los demócratas, sin vergüenza alguna, se atreven a culpar a los republicanos del desastre en la frontera.
"El contraste entre demócratas y republicanos es claro hoy y será aún más claro en noviembre. Los demócratas quieren arreglar la frontera y hacer algo. Los republicanos quieren dar discursos, dejar que la frontera se pudra y no hacer absolutamente nada para solucionar el problema", dijo el senador Schumer después de la esperada votación.
Ante la creciente desaprobación que enfrentan las políticas de Biden en materia migratoria, los demócratas del Senado han intentado hoy exculpar a la Administración utilizando una votación que no tenía ningún futuro y un proyecto de ley que los republicanos llevan meses explicando por qué no funciona. Pero además de llamar la atención sobre la jugada política de los demócratas, es importante que los americanos se pregunten por qué la Administración Biden permite tal desastre en la frontera, cuando significa incluso una amenaza para la seguridad nacional, como lo ha expresado el director del FBI.
La respuesta a este asunto ha sido abordada muy claramente por speaker de la Camara de Representantes, el republicano Mike Johnson: "¿Por qué harían esto? Es tremenda catástrofe para el país. ¿Por qué el presidente permitiría esto conociendo la situación? Porque querían convertir a estas personas en votantes. Eso es claro. Y quieren cambiar el resultado del censo en seis años. Suena siniestro, y lo es, y han causado daños incalculables al país".
Al mismo tiempo que vemos una migración ilegal sin precedentes, vemos los intentos de los demócratas por cambiar las leyes electorales y para permitir cuestiones sin sentido, como darle derecho a votar a personas que no son ciudadanos americanos. Es cierto que este país necesita una reforma migratoria, que millones de personas que podrían aportar a la economía y a la sociedad deberían tener un camino más fácil a la ciudadanía, pero debe ser de acuerdo a la ley. Las propuestas sin sentido de muchos demócratas no contribuyen al país ni a los migrantes, y solo intentan sacar beneficio político para un partido que ve cómo sus votos están disminuyendo entre grupos clave como los hispanos.