Voz media US Voz.us

ANÁLISIS

¿Quién es Douglas Murray y por qué todo el mundo habla de él?

Su nuevo libro, On Democracies and Death Cults: Israel and the Future of Civilization, ha creado la conmoción dentro y fuera de las redes sociales, al punto de haber sido prohibido en importantes librerías de Europa.

Douglas Murray en un coloquio contra el antisemitismo 

Douglas Murray en un coloquio contra el antisemitismo AFP.

Carlos Dominguez
Publicado por

8 minutes read

El 8 de abril, Douglas Murray publicó su nuevo libro, On Democracies and Death Cults: Israel and the Future of Civilization ("Sobre democracias y sectas de la muerte: Israel y el futuro de la civilización"). Desde entonces, el muy influyente autor, comentador y columnista de The Spectator ha hecho el tour de reconocidos podcasts y programas de televisión, sin pasar desapercibido dentro y fuera de la polis digital que constituyen las redes sociales. 

El libro de Murray se basa en la masacre perpetrada por Hamás en la mañana del 7 de octubre de 2023, cuando unos 4.000 terroristas invadieron el sur de Israel, asesinando a unas 1.189 personas y secuestrando a 251, que fueron llevadas a Gaza, muchas de las cuales un año y medio después, siguen todavía en cautiverio. 

Durante el atroz ataque, muchas de las víctimas se encontraban bailando en el festival de música electrónica Tribe of Nova, en el que murieron unas 364 personas y 40 fueron tomadas como rehenes. Las imágenes registradas por los asistentes del festival quedarán grabadas en nuestra conciencia colectiva para siempre.

Para su libro, Murray viajó a Israel y pasó tiempo con los sobrevivientes y las familias de las víctimas, queriendo entender "por qué este es un conflicto en el que cuando las víctimas son atacadas, vuelven a ser atacadas de nuevo", refiriéndose a las insensatas protestas pro-Hamás que se originaron, a lo largo y ancho de Occidente, convirtiendo a las víctimas del 7 de Octubre, en victimarios. 

La genealogía de 'On Democracies and Death Cults'

La semana pasada, en una conversación con The Spectator, Douglas Murray contó que quedó estupefacto al ver que un día después del ataque terrorista, mientras muchos tratábamos de procesar la terrible tragedia que había ocurrido el día anterior en Israel, en Times Square había una manifestación pro-Hamás que celebraba la masacre, incluso cuando esta no había todavía terminado. 

El autor contó que rápidamente entendió que lo que veía en Times Square se repetiría en muchas ciudades europeas y en tantas otras de Norteamérica.

Murray explicó que tras el atentado quiso ir a Israel lo más pronto posible porque inmediatamente supo que "la causa de la masacre sería olvidada", y que los medios se enfocarían de manera negativa en la respuesta de Israel contra Hamás.

Douglas Murray no se equivocó al suponer las dos cosas: efectivamente los medios tergiversarían la verdad y las protestas anti-Israel se propagarían a los largo y ancho de Occidente.  

Los medios británicos y la cobertura de la masacre en Israel

Un año después del atentado en Israel, Douglas Murray escribió un artículo para The Spectator, en el que expuso la complacencia de los medios de Reino Unido con los terroristas de Hamás. 

Para el autor, cualquier televidente promedio que haya seguido los hechos, en medios mainstream, durante el año después de la masacre, es posible que piense que se produjeron los siguientes acontecimientos: "Israel atacó a Hamás, Israel invadió el Líbano, Israel bombardeó Yemen. Ah, y alguien dejó una bomba en una habitación de Teherán que mató al pacífico líder palestino Ismail Haniyeh".

Por supuesto, todo esto es una inversión absoluta de la verdad, afirma Murray: "Hamás invadió Israel, así que Israel atacó a Hamás. Hezbolá se ha pasado el último año enviando miles de cohetes a Israel, por lo que Israel ha respondido destruyendo a Hezbolá. Los hutíes en Yemen -ahora tan queridos por los manifestantes en el Reino Unido- enviaron misiles y aviones no tripulados a cientos de kilómetros para atacar a Israel, por lo que Israel bombardeó los almacenes de armas de los hutíes en Yemen. Y el líder de Hamás, Haniyeh, que nació bajo dominio egipcio y murió en Teherán, nunca trajo al pueblo palestino nada más que miseria".

Protestas anti-Israel en Occidente

El patrón de las protestas anti-Israel efectivamente se reprodujo a lo largo y ancho de Occidente. Así fue en Alemania y Francia (países con la mayor cantidad de población judía y musulmana en Europa), pero las autoridades trataron de reaccionar a tiempo para frenar estas manifestaciones cargadas con mensajes de odio antisemita. Lo mismo ocurrió en Reino Unido, cuando el 9 de octubre, ni siquiera 48 horas después de la masacre, manifestantes pro-Palestina fueron a la embajada de Israel a gritar consignas antisemita: "Israel es un Estado terrorista" y "Liberen a Palestina", mientras encendían bengalas y lanzaban fuegos artificiales. 

En Estados Unidos, las universidades también celebraron el atentado, e inclusive hoy en día lo siguen haciendo

Entre esas universidades se encuentra Harvard, a la que el presidente Trump calificó el jueves como "institución antisemita de extrema izquierda".

En Canadá, también se produjo actos de odio antisemita: muchas sinagogas fueron incendiadas, al igual que escuelas y tiendas con propietarios judíos fueron balacadas e incineradas.

Para Murray es digno mencionar que, durante esos meses, en ninguna ciudad de Occidente hubo una sola protesta en contra de Hamás, lo que indica que nuestro mundo civilizado está perdiendo su claridad moral

El autor considera que en Occidente hemos llegado a un punto en el que nos "despreciamos a nosotros mismos" y nos negamos a comprender una ideología que "llama abiertamente a nuestra propia destrucción". 

La claridad moral también es necesaria en el caso de Ucrania

Para Murray, la falta de claridad moral no solo se aplica al caso del conflicto entre Israel y Palestina, sino también en el caso de la invasión rusa de Ucrania

En su artículo "The MAGA movement is wrong on Ukraine", publicado en marzo para The Spectator, Murray se pregunta "¿ cómo la derecha puede estar tan equivocada o al menos porciones de la derecha - especialmente la derecha americana - cuando se trata de Ucrania?".

Para el autor existe toda una generación online de republicanos MAGA que ya no se oponen al principio conservador de que "tanques - especialmente tanques rusos - no deberían circular sin impunidad dentro de un país aliado".

Según Murray, esto podría ser la consecuencia de que durante la Administración Biden, Occidente dio la espalda a valores tradicionales, especialmente a la fe cristiana, lo que trajo como consecuencia una cierta admiración por Putin, quien dice defender estos principios.

Sin embargo, en un primer momento, los republicanos apoyaron a Ucrania, pero "con el tiempo se aburrieron de la admiración universal por este país" que había sido invadido, y especialmente "se aburrieron de Zelenski". Para Murray, ellos notaron como "las almas perdidas que ponían banderas BLM en sus perfiles de Twitter, ahora ponían banderas de Ucrania".

Donald Trump, Volodimir Zelenski y JD Vance

Donald Trump, Volodimir Zelenski y JD VanceAFP.

El autor explica, cómo luego de esto, la derecha online comenzó a absorber propaganda rusa contra Ucrania: "Ucrania no es un país, que los ucranianos no son personas reales, que son corruptos, que los soldados ucranianos son nazis, que Zelenski compra propiedades y yates en el sur de Francia, que la guerra en Ucrania es una operación para lavar dinero, y que la guerra representa un desperdicio de dinero por parte de los contribuyentes". 

Sin embargo, para Murray solo hace falta ver qué es lo que pasa en la Rusia de Putin en materia de corrupción y su "cínica fe cristiana mientras que bombardea catedrales como la de Odessa y recluta a yihadistas para que peleen por él".

En materia de elecciones, el autor dice que "si no están de acuerdo con el hecho de que Zelenski no celebre elecciones presidenciales en tiempos de guerra, solo hace falta dar una mirada a los hábitos electorales de Putin".

Para Murray, es hora de que la derecha online salga de los memes, "o tal vez descubran por las malas que a la mayoría de los estadounidenses no les gusta lo woke, pero tampoco le gustan los dictadores, y que es posible mantener ambas aversiones en la misma cabeza, y al mismo tiempo".

Douglas Murray es censurado en Berlín 

On Democracies and Death Cults: Israel and the Future of Civilization ha sido prohibido en Berlín

A pesar de haber sido alabado por The Jewish Chronicle, el libro no se puede comprar en las librerías más grandes de la capital alemana.

Arthur Roffey, un columnista para The Spectator, que reside en Berlín, descubrió con desagrado que el libro no existe en la reputada librería Dussmann, ubicada en Friedrichstraße

Cuando el periodista preguntó por la publicación, en esta famosa tienda de casi 76.000 pies cuadrados, la vendedora le dijo que no vendían libros de Douglas Murray porque "es considerado un autor de extrema derecha". A esto la chica añadió que no vendían libros de "cosas con las que no están de acuerdo". 

Sobre democracias y sectas de la muerte: Israel y el futuro de la civilización

Sobre democracias y sectas de la muerte: Israel y el futuro de la civilizaciónBroadside Books.

Roffey explica, que en un país en el que se solían quemar libros, ahora han descubierto un método más refinado, simplemente no los venden. Cabe señalar que Murray es autor de libros con ventas millonarias como: La Extraña Muerte de Europa, La Masa EnfurecidaLa Guerra Contra Occidente.

Luego de haber ido a varias librerías importantes y no haber conseguido el libro, el autor indica que en una ciudad en la que las estanterías se encuentran repletas de publicaciones sobre 'Género e Identidad', el libro de Murray simplemente no se consigue. 

Para Roffey, el hecho de que no se pueda comprar el libro de Murray "en la capital de un país que una vez juró que nunca más borraría las voces del sufrimiento judío, es más que hipocresía. Es una vuelta silenciosa a la memoria selectiva. Y todos hemos visto cómo acaba eso".

¿Ha encontrado un error? ¡Contáctenos!

RECOMENDACIONES

Invertir fondos públicos en un medio de comunicación privado es corrupción
Invertir fondos públicos en un medio de comunicación privado es corrupción
0 seconds of 1 minute, 26 secondsVolume 0%
Press shift question mark to access a list of keyboard shortcuts
00:00
01:26
01:26
 
tracking