Putin asegura en su conferencia de prensa anual que está listo para reunirse con Trump
El mandatario ruso dio este jueves su entrevista de fin de año en la que repasó los puntos clave de la agenda política de Rusia en el interior y en el extranjero.
El presidente ruso, Vladímir Putin, celebró este jueves su conferencia anual de prensa en la que repasó los principales puntos de la agenda política del país. Este año, dicho programa está especialmente marcado por los avances de Ucrania en la región rusa de Kursk, la elección de Donald Trump en Estados Unidos y la retirada rusa de Siria.
Desde que Putin llegó al poder, hace 25 años, esta sesión de preguntas y respuestas ha tenido lugar casi cada año, en varios formatos. Se retransmite en directo por televisión y la ven millones de personas.
La conferencia de prensa de Putin se celebra tan solo dos días después de que un teniente general de las Fuerzas Armadas rusas fuera asesinado en suelo nacional en un atentado reclamado por Ucrania. Igor Kirilov, quien estaba al frente de los programas de Defensa Química, Biológica y Nuclear, fue víctima de una explosión rudimentaria en un asesinato encargado a un uzbeko, arrestado tan solo ayer. Kirilov es el militar de más alto rango que ha muerto en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania.
En relación con este asesinato de guerra, Putin admitió este jueves que los servicios de inteligencia rusos fallaron en sus cometidos al permitir que Ucrania asestara un golpe en Moscú, el corazón de Rusia. "Nuestros servicios especiales no han visto venir estos golpes. Eso significa que tenemos que mejorar el trabajo. No podemos permitir que ocurran equivocaciones tan graves", dijo Putin en la rueda de prensa.
Putin se dice dispuesto a reunirse con Trump en "cualquier momento"
Una de las incógnitas desde la campaña electoral es si la elección de Donald Trump sería un incentivo para las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania. Trump aseguró varias veces en campaña que, de llegar a la Casa Blanca, pondría fin de forma eficaz al conflicto en el que la Administración Biden ha invertido miles de millones en ayuda a Kiev.
Putin se dijo este jueves dispuesto a reunirse "en cualquier momento" con el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, que recientemente reclamó un alto al fuego y que Rusia y Ucrania negocien una salida al conflicto.
"No sé cuándo voy a verlo (...) No he hablado con él desde hace más de cuatro años, pero estoy preparado para ello, por supuesto. En cualquier momento", dijo el presidente ruso en su conferencia de prensa de fin de año.
"Y también estaré listo para una reunión si él quiere", agregó el dirigente, de 72 años.
Parálisis en el frente de Kursk
Las tropas ucranianas avanzaron en la región rusa de Kursk como parte de una contraofensiva para abrir un nuevo frente. Este permite a los ucranianos distraer los esfuerzos rusos y también tener algo con lo que negociar en unos hipotéticos diálogos por un alto el fuego.
Al respecto de la ofensiva ucraniana en el interior de Rusia, Putin admitió este jueves que no sabe cuando podrán desalojarlos de sus posiciones en Kursk. Mantuvo sin embargo el tono oficial y aseguró que tarde o temprano, Rusia vencerá.
El ejército ruso tomó las localidades ucranianas de Avdiivka en febrero y de Vugledar en octubre, y está a las puertas de varias ciudades importantes a nivel militar, como Pokrovsk, Kurajove y Kupiansk.
Putin también ensalzó el nuevo misil ruso Oreshnik, un "arma moderna" capaz de transportar carga nuclear y con un alcance de miles de kilómetros.
Rusia utilizó ese misil por primera vez el 21 de noviembre, contra la ciudad ucraniana de Dnipro, en respuesta, según Putin, a bombardeos ucranianos en territorio ruso con misiles estadounidenses y británicos.
Este jueves, el mandatario retó a Occidente a un "duelo de alta tecnología del siglo XXI" entre el misil Oreshnik y los medios de defensa antiaérea occidentales.
"Que determinen un objetivo, por ejemplo, Kiev", lanzó Putin. "Lanzaremos un bombardeo allí y veremos qué ocurre".
Putin no quiere que Siria sea una derrota
En este discurso frente a la nación, Putin también hizo sus primeras valoraciones más amplias y reposadas en cuanto a la situación en Siria.
Allí, a principios de mes, los rebeldes islamistas derrocaron al régimen de Bashar Asad en lo que parece la fase final de la guerra civil que comenzó entre las oposiciones y el Gobierno de corte árabe socialista. La derrota de Asad es un duro golpe geopolítico para Rusia, quien se convirtió en el principal aliado del régimen asadista.
En Siria, El Kremlin mantenía operativas varias bases militares, además de la importante base naval de Tartus, que le daba a Rusia la oportunidad de operar en el mar Mediterráneo.
Putin aseguró que este cambio en el escenario sirio no supone una derrota para Rusia. "Se intenta presentar lo que ocurrió en Siria como una derrota para Rusia. Les aseguro que no es así", declaró el presidente ruso durante su gran rueda de prensa anual.
"Fuimos a Siria hace diez años para evitar que se creara allí un enclave terrorista, como en Afganistán. En su conjunto, logramos nuestro objetivo", afirmó.