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Esperanza, incertidumbre y temor en Oriente Medio y entre los cristianos de Siria sobre los próximos pasos de los rebeldes tras la caída de Asad

Los principales países de la región refuerzan sus fronteras y se muestran prudentes hasta ver los primeros pasos de los vencedores mientras llaman a proteger a la población. 

Abu Mohammed al-Jolani, líder del grupo islamista sirio Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que encabezó una ofensiva rebelde relámpago que arrebató Damasco del control del gobierno, es recibido por simpatizantes antes de dirigirse a una multitud en la emblemática Mezquita Omeya de la capital el 8 de diciembre de 2024.

El líder de los rebeldes se dirige a los ciudadanos desde Damasco.AFP

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La alegría y la esperanza de los sirios que celebraban la caída del régimen de Basher Asad no puede empañar la incertidumbre e incluso el temor de actores clave en la región tras la victoria rebelde. Las Fuerzas de Defensa de Israel se desplegaron en la frontera con Siria en previsión del caos que provocará el cambio político y atacaron posiciones clave en el país para evitar que armas estratégicas puedan caer "en manos hostiles". Los cristianos de Alepo, perseguidos por la dictadura, ven con prevención la llegada de Golani -que les ha prometido que están a salvo- y los suyos al poder por temor a que se repitan persecuciones de otras épocas a manos de yihadistas.

La población celebró con ganas la caída de la tiranía, destruyendo estatuas de la familia Asad y recorriendo las calles de Damasco y las principales ciudades de Siria. Los manifestantes, además, asaltaron el palacio presidencial. Irán denunció que su propia embajada también fue atacada, aunque los diplomáticos ya la habían abandonado previamente. En previsión de posibles disturbios, los rebeldes impusieron un toque de queda hasta la noche del lunes.

Celebraciones en Damasco con asalto al palacio presidencial y la embajada iraní

En la capital del país, decenas de personas se congregaron en la plaza de los Omeyas, para celebrar la caída del clan Asad tras más de medio siglo en el poder, en un país dividido por una mortífera guerra civil, según informa AFP. En otra céntrica plaza, entre gritos de "Allahu Akbar" ("Dios es el más grande"), decenas de habitantes derribaron una estatua de Hafez al Asad, padre de Bashar, y la pisotearon

"Siria es nuestra, no es de la familia Asad", vocearon hombres armados, miembros de grupos rebeldes, que circulaban por algunas calles de la ciudad dando tiros al aire. Los soldados del régimen se deshicieron a toda prisa del uniforme militar del ejército sirio al abandonar la sede del Estado Mayor, en la plaza de los Omeyas, contaron a la agencia de noticias francesa varios habitantes. También los locales de la televisión y de la radio públicas fueron abandonados por los funcionarios, contó un exempleado.

Refugiados sirios celebran por todo el mundo

Unas celebraciones que se repitieron por todo el mundo donde hay sirios refugiados. Es el caso de Estambul, donde una multitud de los tres millones de desplazados que hay en Turquía por la represión del régimen del partido Baaz se congregaron frente a la gran mezquita del barrio de Fatih pese a la fuerte lluvia. "Es increíble, tenemos la sensación de renacer", comentó en Estambul Sawan Al Ahmad, que llevaba a su hijo de la mano. Ahora, le ilusiona la idea de llevar a su hijo "a su tierra".

Los países de la zona también viven la situación con una mezcla de sensaciones. En Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu se apresuró a ordenar al Ejército que se desplegara en la conocida como "zona de amortiguación" con Siria. Posteriormente, las FDI indicaron que lanzaron varios ataques aéreos para prevenir la caída de armas en manos hostiles. 

Israel refuerza la frontera y ataca objetivos en Siria

Además, el mensaje de Israel a los rebeldes, cuando fuerzas de éstos comenzaron a acercarse a los límites entre ambos países fue contundente: "No giréis en nuestra dirección". Por su parte, en conversación con el Times of Israel, uno de los líderes de los vencedores apuntó:

"Estamos abiertos a la amistad con todos los países de la región, incluido Israel. No tenemos más enemigos que el régimen de Assad, Hezbolá e Irán. Lo que Israel hizo contra Hezbolá en Líbano nos ayudó mucho. Ahora nos ocupamos del resto. Agradecemos a Israel sus ataques contra Hezbolá y contra la infraestructura iraní en Siria, y esperamos que tras la caída de Asad, Israel plante una rosa en el jardín sirio y apoye al pueblo sirio, en beneficio de la región. Los ciudadanos sirios son los que permanecerán en las fronteras de Israel. No Bashar al-Assad ni los iraníes".

Además, invitó a Netanyahu a "no quedarse de brazos cruzados y pensar que esto no le afectará. Israel debería considerar la posibilidad de atacar a las fuerzas respaldadas por Irán allí donde las vea". Por ello, inclusó invitó a los soldados israelíes a "actuar desde el aire".

Líbano, Irán o Irak, a la expectativa

Al igual que Israel, Líbano se apresuró a desplegar efectivos militares en la frontera en previsión de problemas en la zona. Irak evacuó precisamente por carretera hacia este país al personal de la embajada. "El personal de la embajada en Damasco, compuesto por diez empleados, entre ellos el jefe de la misión diplomática, ha sido evacuado a Beirut por carretera", declaró un alto cargo diplomático en Bagdad, precisando que se tomó esta decisión debido a "la retirada total del ejército" sirio y "la falta de seguridad".

Irán, por su parte, y a pesar de denunciar el asalto de su embajada, hizo un llamamiento a "mantener los lazos de amistad" con los nuevos dirigentes, aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que Teherán "adoptará enfoques y posturas adecuados" en relación con Siria, "teniendo en cuenta el comportamiento y las actuaciones de los actores efectivos" en Damasco.

Los cristianos temen por su futuro con los yihadistas pese a sus promesas

Los cristianos, una minoría casi erradicada por el régimen de Asad, viven en la incertidumbre. Los fieles se debaten entre las esperanza de las promesas de seguridad de Golani y el miedo a las persecuciones de islamistas radicales en el pasado. “Los dirigentes yihadistas se reunieron con los frailes y sacerdotes y les dijeron que no se preocuparan. Quieren protegerlos y les permitirán seguir realizando todas sus actividades en apoyo de la población", declaró Andrea Avveduto, responsable de comunicación de Pro Terra Sancta, que apoya a la Custodia franciscana de Tierra Santa.

​No obstante, Avveduto apunta el miedo es lo que ocupa la mayoría de los corazones cristianos de la región: "La situación es confusa. No sabemos qué va a pasar. La gente de fuera no puede llegar a Alepo porque está cerrada y ocupada. Muchos de los cristianos y otras minorías religiosas temen por su futuro. Muchos permanecen encerrados en sus casas por miedo".
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