La demanda de Sudáfrica contra Israel, una maniobra política impulsada por Qatar, Irán, Hamás y Hezbolá
Un informe revela que Pretoria presentó la demanda por “genocidio” ante la Corte Internacional de Justicia a cambio de dinero qatarí e iraní para cubrir las deudas del partido gobernante y para desviar la intención de la crisis sudafricana.
La demanda presentada por Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) pocos meses después de la masacre del 7 de Octubre, está relacionada con los vínculos del país africano con Irán, Qatar y los grupos terroristas Hamás y Hezbolá, revela un informe publicado recientemente por el Institute for the Study of Global Antisemitism and Policy (ISGAP), la misma organización que expuso la financiación qatarí de las protestas antisemitas en universidades de Estados Unidos.
A finales del pasado octubre, Sudáfrica presentó a último momento supuestas pruebas que demostrarían que Israel está cometiendo un “genocidio” en la Franja de Gaza en el marco de sus operaciones antiterroristas. Sin embargo el tribunal había rechazado con anterioridad una solicitud de extensión del plazo de Sudáfrica para presentar evidencias, lo que reflejó la dificultad de este país para respaldar sus alegaciones.
Además, en el marco de la misma demanda, Sudáfrica ha presentado en reiteradas ocasiones medidas cautelares para poner fin a los combates entre Israel y los grupos terroristas en Gaza, pero la CIJ no ha dado lugar en su totalidad a ninguna de las peticiones de Pretoria.
Los verdaderos motivos detrás de la demanda sudafricana contra Israel
El informe del ISGAP revela los estrechos vínculos entre el Gobierno sudafricano con Irán y Qatar, y subraya que la demanda presentada por Pretoria en la CIJ está influenciada por estos países que financian el terrorismo islámico a nivel global.
El reporte explica que la demanda constituye una maniobra política para desviar la atención de la crisis interna en Sudáfrica y de las fuertes críticas contra el Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), el partido gobernante en ese país.
Uno de los objetivos de la fuerza política oficialista es realizar una comparación distorsionada entre el conflicto palestino-israelí con el apartheid que se implementó en Sudáfrica en el pasado.
El ISGAP señala en su informe además que las deudas del ANC, que se encontraba al borde de la bancarrota, desaparecieron misteriosamente después de que anunciara su intención de presentar su demanda por "genocidio" contra Israel ante la CIJ, una medida que requiere de un gran gasto durante una gran cantidad de tiempo, algo que, de acuerdo con el informe, es difícil que Pretoria hubiera podido afrontar por sí mismo, razón por la cual es probable que el partido gobernante haya recibido una importante financiación desde el exterior.
El reporte detalla que el ANC recibió una gran cantidad de dinero en efectivo de procedencia desconocida después de que miembros del Gobierno sudafricano mantuvieran reuniones con líderes de Hamás, Irán y Qatar.
El dinero recibido por la ANC ascendía a cerca de 30,000,000 de dólares, una cantidad que le sirvió para cubrir el monto de su deuda casi en su totalidad.
Sudáfrica, un engranaje en la maquinaria de financiación y respaldo al terrorismo islámico
ISGAP indica además que Sudáfrica se ha convertido en un centro de financiación del terrorismo. Hamás y Hezbolá reciben dinero canalizado desde ese país con la aprobación de funcionarios sudafricanos. Asimismo, ambos grupos terroristas han estado incrementando su presencia en suelo sudafricano, donde, entre otras cosas, realizan entrenamiento militar, actividades de recaudación de fondos y operaciones mediáticas.
Respecto de las relaciones de Sudáfrica con Qatar e Irán, el informe señala que Pretoria ha ayudado al régimen iraní a participar en el foro político y económico de los BRICS+ para brindarle legitimidad política y un acceso económico influyente.
Qatar, por su parte, ha incrementado su comercio con Sudáfrica de 307,000,000 de dólares en 2012 a 1.000 millones de dólares en 2022. Y de acuerdo con el reporte, Hamás facilitó el fortalecimiento de la relación entre el país árabe y Sudáfrica.
El Dr. Charles Asher Small, director del ISGAP, afirmó que el reporte revela que Sudáfrica se posiciona “como un actor clave en la red global de financiación del terrorismo antidemocrático".
En una entrevista con el portal de noticias israelí Makor Rishon, Small, quien en su juventud fue un activista contra el apartheid en Sudáfrica, señaló que este sistema tenía sus raíces en la ideología racial nazi, razón por la cual se siente decepcionado al ver cómo el ANC, que se enorgullecía de su victoria sobre el apartheid, ahora abrace a Irán y Hamás, que también adoptan ideologías similares al nazismo.