Venezuela detiene a seis extranjeros, incluyendo tres estadounidenses, y acusa a Estados Unidos de intentar matar a Maduro
El Departamento de Estado norteamericano negó las acusaciones, producidas en un contexto de creciente tensión dentro y fuera de las fronteras venezolanas tras el fraude chavista en las elecciones presidenciales.
El régimen de Nicolás Maduro arrestó a tres estadounidenses, dos españoles y un checo este sábado. Los acusa de planificar actos "terroristas" para "desestabilizar" al país, incluyendo atentar contra la vida de Maduro y contra la embajada de Argentina, donde se encuentran refugiados seis opositores, para luego culpar al Gobierno.
El ministro de Interior, Diosdado Cabello, apuntó en una conferencia de prensa directamente contra Washington: "Nosotros inclusive sabemos que el Gobierno de los Estados Unidos está vinculado con esta operación". Durante su comparecencia, el funcionario chavista habló de un complot organizado por la CIA y que habría involucrado a mercenarios de distintos orígenes. Además, mencionó a dirigentes opositores, entre ellos María Corina Machado, como conspiradores y aseguró que se habían incautado "más de 400 fusiles".
Desde el Departamento de Estado tildaron las acusaciones de "categóricamente" falsas. "Estados Unidos sigue apoyando una solución democrática a la crisis política en Venezuela", insistió un portavoz, añadiendo que uno de los detenidos era "miembro de las fuerzas armadas de los Estados Unidos" y que estaban "al tanto de informes no confirmados de otros dos ciudadanos estadounidenses".
Aunque las autoridades estadounidenses aún no lo han ratificado, Cabello identificó a los tres americanos como Wilbert Josep Castañeda, a quien describió como un "militar activo" y "jefe" del supuesto complot, Estrella David y Aaron Barren Logan.
El arrestado checo es Jan Darmovzal y los españoles, José María Basua y Andrés Martínez Adasme. España también negó cualquier participación.
Las detenciones se producen días después de que la Administración estadounidense anunciara sanciones contra 16 funcionarios venezolanos por fraude electoral en las elecciones presidenciales. Washington reconoce como vencedor de aquellos comicios al opositor Edmundo González Urrutia, quien el pasado fin de semana se exilió en España.
Urrutia también recibió el espaldarazo del Congreso de los Diputados español, que votó a favor de que el Gobierno lo reconociera como presidente electo. El presidente Pedro Sánchez, de momento, hizo oídos sordos a la propuesta no vinculante. Ambos líderes se reunieron durante la semana en la residencia oficial del español.
Además del pedido del Congreso, Caracas expresó enojo esta semana con las palabras de la ministra española de Defensa, Margarita Robles, quien el mismo día del encuentro Sánchez-Urrutia describió al régimen de Maduro como una "dictadura".