La política de Biden contra el petróleo cuesta 100.000 millones al año
En plena crisis energética, la Administración le da la vuelta a la política de Donald Trump y limita la producción de petróleo y gas por su política medioambiental.
El presidente Joe Biden llegó a la presidencia con la promesa de acabar en dos décadas con el uso del petróleo y del gas como fuentes energéticas. Biden adopta esta visión dentro de la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para acercar a la economía estadounidense a ese escenario, el presidente ha adoptado un conjunto de medidas que le dan la vuelta a la política energética de la anterior Administración, y limita la producción de hidrocarburos.
Contra el gas y el petróleo
Entre las medidas adoptadas en estos dos años de Administración Biden se encuentra la limitación de perforaciones en suelos públicos, y la introducción de nuevas regulaciones medioambientales que elevan el coste de la explotación petrolera y gasística. También ha cancelado oleoductos y gaseoductos, y ha elevado los impuestos a las empresas del sector.
Todas estas políticas han logrado acercarse a los objetivos de la política energética de Biden. Según un informe firmado por Stephen Moore y Casey B. Mulligan para el Commetee to Unleash Prosperity calcula que si se hubieran continuado las políticas de Donald Trump, los Estados Unidos “estarían produciendo de dos a tres millones de barriles más al día, y entre 20.000 y 25.000 millones de pies cúbicos de gas natural”.
Esta menor producción de energía tiene un coste: 100.000 millones de dólares de renta nacional perdidos por la política contra-energética de Joe Biden. Los precios de la gasolina son sólo una manifestación de la pérdida de riqueza de los americanos por esta causa.
Por otro lado, los autores observan que el gobierno federal no hubiera tenido que vender parte de las reservas estratégicas de petróleo. Sus políticas energéticas han costado más de 600 millones de barriles, mientras que hasta el pasado mes de julio, Biden ha vendido 150 de las reservas estratégicas.