Nuevos deportes, sedes, controversias políticas y todo lo que podemos esperar de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028
Faltan unos 1.432 días, pero ya hay quienes piensan en cómo serán las próximas olimpiadas en la tierra del sueño americano.
Con los controvertidos Juegos Olímpicos de París 2024 ya finiquitados, la atención ahora se centra en la icónica ciudad de Los Ángeles, abanderada para mantener encendida la llama olímpica en 2028.
Si bien falta mucho para la gran cita olímpica, ya hay muchos detalles confirmados, entre ellos los nuevos deportes, las sedes y, además, las potenciales controversias políticas que podrían haber en cuatro años y que se hicieron presente en la ciudad de París por el estado de la capital francesa, las ceremonias de apertura y cierre, los problemas de salud de los deportistas que nadaron en el río Sena o la polémica en torno a la disciplina de boxeo y “las atletas” que ganaron el oro presentando cromosomas XY.
Por supuesto, también hay que mencionar la geopolítica, ya que los JJOO siempre son usados por las grandes potencias para amplificar su propaganda y demostrar su poderío como nación a través de sus atletas. En esta ocasión, habiendo saboreado las mieles por dos ediciones consecutivas, China apuntará nuevamente a intentar “humillar” a Estados Unidos en su propio hogar para subirse a lo más alto del medallero por primera vez desde Pekín 2008.
Esto es lo que podemos esperar de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028:
Los nuevos deportes ya están confirmados
Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), ya lo dejó muy claro: las nuevas disciplinas que tendrán lugar en LA 2028 serán el béisbol (también en su versión de softbol), el críquet, el 'flag-football', el lacrosse y el squash.
“La elección de estos cinco nuevos deportes está en línea con la cultura deportiva estadounidense y mostrará deportes estadounidenses icónicos al mundo, al tiempo que traerá deportes internacionales a Estados Unidos”, mencionó Bach.
El flag-football, cada vez más popular, es un deporte similar al fútbol americano, pero con menos contacto. A diferencia del fútbol americano, en esta modalidad no se permite el 'tackle'. La estrategia defensiva principal consiste en que los jugadores defensores intenten retirar una de las 'banderas' (flags) que los portadores del balón llevan atadas a la cintura para detener su avance. Esta será su primera experiencia como olímpico, al igual que el squash.
En cambio, el críquet ya tuvo experiencia olímpica en los Juegos de París de 1900, mientras que el lacrosse estuvo presente en San Luis 1904 y Londres 1908. El beisbol y el softbol sí han tenido oportunidad y tuvieron su aparición en Tokio 2020.
Lo que sí es una gran duda es qué deportes ya no serán olímpicos. Por ejemplo, el “breaking”, que ha causado muchas críticas y burlas en redes sociales, está confirmado que no será olímpico. Sin embargo, existe una gran duda con respecto al boxeo, una disciplina olímpica de larga data cuya participación está puesta en duda por el conflicto abierto entre el Comité Olímpico Internacional y la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que en las últimas semanas aumentaron las tensiones por los casos de “las boxeadoras” Imane Khelif y Lin Yu-Ting, que no pasaron las pruebas de género en el Mundial de Boxeo de 2023 por presentar cromosomas masculinos XY. Esta polémica sigue a la decisión en junio de 2023 del COI de retirar el reconocimiento a la IBA, una situación que pone en suspenso la confirmación del boxeo como disciplina olímpica en LA 2028.
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Las sedes confirmadas
De acuerdo con CNN las sedes olímpicas estarán repartidas por toda la ciudad de Los Ángeles, tomándose algunos de sus lugares más emblemáticos. Pero también se extenderá y se usará de apoyo a Oklahoma City, que está literalmente al otro del país, a unas 1.300 millas.
Los Ángeles ya tiene experiencia como anfitriona de los JJOO, habiendo recibido la antorcha olímpica en 1932 y 1984, algo que sin dudas facilita la recepción de las delegaciones y la organización. Por el momento, se tomó la decisión de que los atletas se alojarán en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en lugar de en una villa olímpica tradicional.
Si bien falta mucho para tener un cronograma definido, los organizadores confirmaron que los arcos del LA Memorial Coliseum presidirán los Juegos Olímpicos, convirtiéndose en el primer estadio de la historia en albergar tres ceremonias de apertura olímpicas y competiciones de atletismo.
Además, el Arena del centro de Los Ángeles, sede habitual de los equipos de baloncesto LA Lakers y LA Sparks, albergará la disciplina de gimnasia. A su vez, la piscina de 1932 del Exposition Park, construida para las competencias de ese año, acogerá los saltos de trampolín.
CNN también reportó que los organizadores quieren que las pruebas de natación se realicen en una piscina provisional del estadio SoFi de Inglewood, normalmente utilizado para albergar partidos de la NFL.
“El estadio, con una piscina de 50 metros en su interior, acogerá a 38.000 espectadores, lo que lo convierte en el mayor recinto olímpico de natación de la historia”, reportó la cadena de noticias.
Asimismo, se aprovechará la costa de Los Ángeles como sede olímpica. El Long Beach Waterfront acogerá el maratón de natación y el triatlón, mientras que la vela tendrá lugar Belmont Shore, en Long Beach.
Mientras tanto, Oklahoma City, en un rol secundario, apoyará a LA con su Whitewater Center y su Softball Park, que acogerán el slalom en canoa y el softball.
Los retos que enfrenta Los Ángeles
De buenas a primeras, dos situaciones preocupan a la ciudad, dirigida por la demócrata Karen Bass.
Lo primero es el transporte. Los Ángeles es una ciudad muy dependiente de los autos y también una de las urbes del planeta con peor tráfico del mundo. Por esta razón, la organización y la ciudad quieren que miles de autobuses de todo Estados Unidos sean prestados a la ciudad para esas semanas para intentar que los aficionados se movilicen en transporte público a los diferentes puntos de la ciudad. Sin embargo, eso no resolverá el problema de la movilización local, acostumbrada al uso de vehículos.
Las autoridades dijeron que intentarán que, por esas semanas, las empresas amplifiquen el teletrabajo para evitar la movilización de la mayor cantidad de trabajadores. Pero, lógicamente, muchos empleados o ciudadanos tienen trabajos que son exclusivamente presenciales. Por lo que la organización y la ciudad tienen un reto mayúsculo para lograr un método de transporto armonioso que satisfaga la demanda de movilización interna durante esas semanas para los cientos de miles de turistas que coparán Los Ángeles.
Otro gran desafío, crucial tanto para la seguridad como para la imagen de la ciudad, es cómo abordar el problema de la vivienda y la indigencia. California en general, y Los Ángeles en particular, enfrentan una crisis de vivienda exacerbada por políticas ineficaces que no han logrado resolver un problema estructural de larga data. Este año, en Francia, hubo una gran controversia cuando París decidió desplazar a los indigentes para mejorar la imagen de la ciudad. Es posible que una situación similar ocurra en Los Ángeles si no se resuelve el problema de la vivienda a tiempo.
La alcaldesa Bass reconoció que la situación de indigencia podría complicar la organización, pero aseguró que el problema se resolverá: “Conseguiremos alojar a la gente. Los sacaremos de la calle”.
¿Una nueva edición “woke” de las Olimpiadas?
No es un secreto que California, junto con Nueva York, son los estados más progresistas de toda la Unión, lo que hace probable que las ceremonias de apertura y clausura reflejen los ideales de los gobernantes californianos, generalmente demócratas. Sin embargo, también es cierto que el Gobierno federal juega un papel en la organización de los Juegos, y este año, en noviembre, se decidirá quién será el presidente de Estados Unidos para el período 2024-2028: Kamala Harris o Donald Trump.
Un mandato de Harris podría crear el contexto ideal para unos Juegos Olímpicos con un enfoque progresista, mientras que una administración conservadora en la Casa Blanca podría servir de contrapeso, buscando moderación tras la polémica en torno a las ceremonias de apertura y clausura de París 2024, que generaron críticas globales por su burla al cristianismo.
China busca humillar a Estados Unidos en su casa
Ahora, más allá de los detalles organizativos y las potenciales polémicas internas en cuestiones políticas, hay un hecho que le dará picante a la competición y entra en terrenos geopolíticos.
Desde hace décadas, las potencias han hecho de los JJOO un brazo de propaganda, utilizándolos para proyectar una imagen de fuerza, éxito y patriotismo. China, en particular, ha estado muy cerca en las últimas ediciones de cortar con la hegemonía de Estados Unidos con el medallero quedando a tan solo un par de preseas doradas de conseguirlo.
En París 2024, Estados Unidos y China igualaron en medallas doradas, pero la delegación estadounidense consiguió más medallas plateadas y se quedó con el primer lugar. En Tokio 2020, fueron 39 doradas a 38 en favor de Estados Unidos. Rio 2016 fueron terribles para China, quedando incluso por debajo de Reino Unido. En 2012, China quedó a ocho medallas doradas de Estados Unidos.
La última vez que China pudo ganar el medallero fue en Pekín 2008, siendo anfitriona, un hito que nunca pudo lograr fuera de casa.
Por esa razón, considerando los problemas de la Federación de Rusia para participar, China podría llegar a Los Ángeles 2028 con la intención de “humillar” a Estados Unidos en su propia casa, una situación que podría ser un golpe de propaganda sin precedentes para la potencia asiática.
No obstante, Estados Unidos también tendría el aliciente de defender su territorio y seguir dominando el medallero olímpico.