En México, "por nuestras culturas no hay adicción", asegura el presidente López Obrador

El dirigente mexicano hizo estas declaraciones en una de sus mañaneras y sostuvo que no hay adictos a las drogas en el país.

"No hay en México demanda. Por nuestras culturas, no hay adicción. No se consumen drogas", aseguró este martes el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador durante una de sus ruedas de prensa diarias. El mandatario daba parte de los avances de sus nuevas políticas en Sanidad y también trajo a colación el informe de un experto de su Administración  que presentó el nuevo plan del Gobierno mexicano para hacer frente a la prevalencia del consumo de drogas entre los jóvenes de edad.

"Aún cuando han intentado fortalecer el mercado y el consumo interno de droga, no lo han logrado. Porque en México hay una gran reserva de valores morales, culturales, espirituales. (...) En los pueblos hay muy buenas costumbres que debemos conservar, en lugar de apostar por una modernidad a ciegas y malentendida, que va en contra de lo que es nuestro gran país", prosiguió el presidente izquierdista para explicar por qué, en su opinión, no se consumen drogas en México.

Pese a las palabras de Obrador, hay que señalar que si bien el consumo de drogas es relativamente bajo en México, hay un consumo elevado de alcohol con un impacto significativo en la sociedad. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reportados por la Asociación de Amigos del Hígado (AmHigo), hay 25.000 defunciones al año vinculadas con la cirrosis. Según las conclusiones de los estudios de AmHigo, el 58% de estas defunciones se deben al consumo elevado de alcohol, lo que suponen 70 muertes al día y un grave problema para la salud pública en México.

El plan presentado por la Administración de AMLO se focaliza en la prevención de las adicciones y el consumo de drogas en las aulas. En un estudio de la Secretaría de Salud mexicana, se mostró cómo el consumo de drogas aumentó entre los menores de edad, con la marihuana a la cabeza. El consumo de cocaína se mantuvo estable, con una baja prevalencia entre los jóvenes. Los estados mexicanos con el consumo más alto fueron Jalisco, Quintana Roo y Baja California.