El régimen de Maduro adelanta la Navidad a noviembre: "¡Que viva la felicidad!"

La oposición criticó la medida, señalando que con la pobreza que azota al país la iniciativa es una "burla" a los venezolanos.

"Llegó el primero de noviembre en Venezuela y hoy arranca la Navidad", celebró el dictador Nicolás Maduro el miércoles. Entre gritos de "que viva el pueblo" y "que viva la felicidad", el mandatario dio inicio a los dos meses de festejos decretados por su Gobierno. La Navidad Venezolana.

Maduro decretó en octubre el adelanto y la extensión de las festividades, llamando a sus gobernados a "arreglar sus casas, a arreglar a comunidad, a ponerla bonita, brillante, colorida".  "A decirle al niño Jesús, Venezuela está preparada para recibirte".

Las excentricidades de Maduro con estas fechas no son novedad. Entre otras, no es la primera vez que adelanta el inicio de la Navidad. Lo hizo también en 2021, 202 y 2019. Además, otros años ha impulsado campañas como el regalo de muñecos a su imagen y semejanza, el superhéroe Súper Bigote, y la de su esposa Cilia Flores, Súper Cilita.

La oposición no tardó en criticar la última iniciativa. "Los venezolanos claro que merecen unas navidades felices pero con sueldos y pensiones justas, no menos de $4 al mes", escribió Henrique Capriles. "Mientras el grupito de privilegiados encendían cientos de luces en el palacio de Miraflores; comunidades, urbanizaciones del interior de Venezuela y hasta de Caracas, no tenían electricidad".

Con cada burla a los venezolanos, aumenta el rechazo contra el peor Gobierno de la historia y debe transformarse en millones de votos en 2024.

El adelanto se produce al mismo tiempo en que Estados Unidos advirtió a Maduro de que, tras suavizar las sanciones contra Venezuela, podría reimponerlas si no habilitaba la candidatura de María Corina Machado, ganadora de las internas opositoras. Los esfuerzos por "dar la mayor suma de felicidad posible a los venezolanos" se dan también en un contexto de crecientes denuncias por crímenes de lesa humanidad y de una inflación anual que ronda el 400%.

Empresas e individuos chavistas no han perdido, sin embargo, la oportunidad de mostrar su afinidad al régimen: