El presidente iraní visita Cuba, Venezuela y Nicaragua para estrechar lazos frente a Estados Unidos

Los cuatro países comparten su animadversión hacia la primera potencia mundial y también el estar todos gobernados por dictadores.

El actual presidente de Irán, Ebrahim Raisí, comenzó el domingo una gira por los países aliados de la dictadura teocrática iraní en el continente hispanoamericano. Cuba, Venezuela y Nicaragua irán recibiendo a Raisí y a una "delegación de altos cargos" que lo acompañan para estrechar las relaciones comerciales, políticas y, por supuesto, militares. De hecho, lo único que une a estos países es el tener como principal enemigo a Estados Unidos y el que ninguno de sus líderes han sido elegidos en unos comicios realmente democráticos.

En los años en que la Administración Trump sancionó duramente al régimen chavista, Nicolás Maduro acudió a Irán, además de a Rusia, para mejorar su capacidad militar y su maltrecho sector petrolero. Otra vez, en 2020, durante otra grave crisis de suministro de combustible en Venezuela, el dictador venezolano acudió al régimen de los ayatolás para comprar combustible y en junio de 2022, Maduro viajó personalmente a Irán para reunirse con Raisí y agradecerle la ayuda ofrecida. Las relaciones entre Teherán y Caracas son muy estrechas desde la época del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) y se han fortalecido desde entonces.

Los envíos de armas y los vuelos directos de Teherán a Caracas con militares persas para apoyar al Ejército chavista han sido constantes durante los últimos años. También numerosos ingenieros y técnicos iraníes especializados en la industria petrolera han acudido a Venezuela.

Cuba y Nicaragua

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, es uno de los principales aliados de Irán en Latinoamérica, siempre ha respaldado el programa nuclear iraní y pidió en varias ocasiones a Israel que se "desarme" para evitar un conflicto bélico. En febrero pasado, los gobiernos de ambos países firmaron en Managua un memorando sobre cooperación y consultas públicas, durante la visita del canciller iraní, Hossein Amir Abdollahian, al país centroamericano.

La dictadura comunista cubana e Irán son estrechos aliados políticos y comparten su respaldo a Venezuela y su animadversión a EE. UU. El año pasado Teherán y La Habana acordaron fortalecer su cooperación en tecnología y seguridad alimentaria, durante la visita al país persa del viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas. Las graves protestas que han sacudido Irán tras la muerte en una comisaría de la joven Mahsa, detenida por no llevar velo, han sido consideradas por el régimen cubano como acciones de "terroristas" y "matones y alborotadores al servicio de poderes extranjeros", muy similar a cómo describieron a quienes tomaron las calles de Cuba el 11 de julio de 2021.