El fiscal general de Missouri publica una regulación de emergencia contra las intervenciones de transición de género

Andrew Bailey aseguró que está enfocado en "proteger a los niños de ser sujetos a experimentos científicos inhumanos".

Este martes el fiscal general republicano de Missouri, Andrew Bailey, anunció que emitió una regulación de emergencia en contra de las transiciones de género de menores de edad, luego de que una clínica médica se negara a detener voluntariamente una intervención.

Bailey explicó que la ley del estado actual cubre “prácticas comerciales injustas, engañosas e inescrupulosas” y que considera que estos procedimientos transgénero están dentro de esta categoría, a menos que se advierta de forma adecuada a los pacientes sobre las consecuencias, incluyendo informarles sobre la naturaleza “experimental” de los tratamientos hormonales, pues no han sido aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos.

La regulación también busca que los menores que quieren optar por tratamientos de transición reciban primero una evaluación psicológica o psiquiátrica completa para detectar autismo y que en caso de ser necesario reciban seguimientos con profesionales médicos durante los años posteriores al primer día en que reciben la intervención.

“La regulación es necesaria debido a la gran cantidad de intervenciones de transición de género, a pesar de las crecientes preocupaciones en la comunidad médica de que estos procedimientos son experimentales y carecen de evidencia clínica de seguridad o éxito”, indicó.

El fiscal señaló que incluso en Europa se reconoce que “mutilar a los niños en aras de una agenda izquierdista despierta tiene consecuencias irreversibles”. Asimismo, recordó que hay naciones como Noruega, el Reino Unido y Suecia donde se han reducido estos procedimientos de forma drástica.

“Estoy dedicado a utilizar todas las herramientas legales a mi disposición para cerrar la brecha y proteger a los niños de ser sujetos a experimentos científicos inhumanos”, afirmó.

La decisión de Bailey se produce al mismo tiempo en que los legisladores de ese estado están promoviendo una ley que prohíba de forma permanente este tipo de intervenciones hormonales y quirúrgicas en menores de edad.