El cierre del Gobierno divide al GOP en el Congreso: “Algunos son más populistas que republicanos”

Kevin McCarthy no logra unir a los legisladores para avanzar su propuesta al Senado, lo que está frustrando al liderazgo.

Estados Unidos decide cómo gastar el dinero público año tras año, cuando el Congreso aprueba lo que se denomina como Appropriations Bill. La fecha límite que los legisladores tienen para ponerse de acuerdo es el 1 de octubre. Si no hay un texto aprobado para entonces, el gobierno federal se cierra.

La lógica viene de la Constitución Nacional, concretamente del Artículo 1, Sección 9: “No se sacará Dinero del Tesoro, sino en Consecuencia de Asignaciones hechas por Ley; y se publicará de tiempo en tiempo un Estado y Cuenta regulares de los Ingresos y Gastos de todo el Dinero público”.

Una vez se llega al cierre, ciertas agencias directamente dejan de funcionar. Sus empleados no pueden trabajar y su paga se les retiene hasta que Capitol Hill se ponga de acuerdo. Hasta el momento, el cierre más largo de la historia fue el de 2019, cuando pasaron 35 días hasta que todo volvió a funcionar con normalidad. Se estima que 800.000 empleados públicos no recibieron su dinero durante ese periodo de tiempo.

Una de las escenas más recordadas de ese cierre se dio cuando Donald Trump, entonces presidente, tuvo que recibir al equipo de fútbol americano de la Universidad de Clemson, quienes recientemente se habían coronado en el Campeonato Nacional de Fútbol Universitario. Como los empleados no podían trabajar, el presidente sacó la billetera y compró comida de McDonald's, Wendy's y Burger King.

Cuatro años después, con apenas días para que el gobierno se vuelva a cerrar, El Partido Republicano se encuentra atravesando conflictos internos.

Nuevo round de McCarthy vs. Los conservadores de la Cámara

El liderazgo republicano de la Cámara de Representantes, personificado en Kevin McCarthy, ya propuso un plan para evitar el cierre del Gobierno. Sin embargo, al no contar con el apoyo suficiente entre sus propias filas, no se animó a someterlo a votación.

El punteo extendería el plazo de acuerdo para finales de octubre, recortaría el gasto discrecional en un 8 % e incluye la mayor parte de la Ley de Seguridad de la Frontera de 2023.

Algunos conservadores de la Cámara, suficientes para anular la mayoría republicana en la Cámara Baja, adelantaron que votarían en contra. Según ellos, se está concediendo de más a los demócratas.

Por ejemplo, demandan que los compromisos sobre el gasto total de los 12 proyectos de ley de asignaciones no excedieran los 1.471 billones de dólares antes de avanzar hacia una CR.

Así lo expresó Matt Rosendale (R-MT), para quien lo propuesto "es una continuación del presupuesto de Nancy Pelosi y de las políticas de Joe Biden”. En la misma línea habló Matt Gaetz (R-FL) y aseguró que el Gobierno está en camino a cerrarse por culpa de Kevin McCarthy. Incluso se animó a pronosticar que podría enfrentar una moción para removerlo como el presidente de la Cámara.

Chip Roy (R-TX) criticó a este grupo por la negativa y vaticinó que “se van a comer un sándwich de mier**” y que “probablemente merezcan comérselo".

El Senado confía en McCarthy para negociar con los demócratas

El liderazgo del GOP en el Senado no está muy contento con la idea del cierre. Mitch McConnell (R-KY) está esperando a que la Cámara de Representantes llegue a un acuerdo para poder tratarlo en el Senado.

“Creo que todos ustedes saben que no soy un fan de los cierres del gobierno, he visto unos cuantos, de ellos en los últimos años, nunca han producido un cambio de política y siempre han sido un tema perdedor para los republicanos, políticamente”, indicó ante la prensa.

A su vez, otros creen que McCarthy debería negociar con Hakeem Jeffries (D-NY) para conseguir algunos votos demócratas y no depender del grupo de conservadores.

"Tarde o temprano va a tener que ir a Jeffries porque vamos a conseguir un CR en este lado y lo que se apruebe aquí no va a conseguir 218 republicanos en la Cámara", deslizó un senador en diálogo con The Hill, en condición de anonimato para poder hablar más suelto.

Mike Rounds (R-SD), número dos del liderazgo en el Senado, criticó abiertamente a los conservadores de la Cámara por su posición sobre el plan republicano.

"Creo que tenemos algunas personas que llevan nuestra etiqueta como republicanos que son realmente más populistas que republicanos, y en esta etapa del juego hemos estado confiando en esas personas para que se acerquen y trabajen en algunas de estas cuestiones más conservadoras con nosotros, como aprobar realmente un presupuesto, aprobar realmente un proyecto de ley de asignaciones, aprobar realmente un proyecto de ley de defensa. Está claro que esto no les interesa", indicó.

¿Una solución bipartidista?

El caucus llamado, Solucionadores de Problemas, un grupo bipartidista de 64 legisladores de la Cámara de Representantes, presentó el jueves una solución alternativa para evitar el cierre.

"Se trata de gobernar con sentido común por encima del extremismo, y así es como debe funcionar Washington", afirmó el demócrata Josh Gottheimer, copresidente del grupo legislativo.

La propuesta extendería la financiación gubernamental a los niveles actuales hasta el 11 de enero de 2024, lo que le daría al Congreso más de tres meses (dos más que en la propuesta republicana) para acordar asignaciones regulares.

Incluye también un acuerdo para aprobar proyectos de ley de asignaciones para todo el año fiscal 2024, con los límites de gasto acordados la Ley de Responsabilidad Fiscal, que fue consensuada entre Biden y McCarthy.

Además, a diferencia del plan republicano, agregaría la solicitud de financiación suplementaria de Biden a Ucrania, por unos 24.100 millones de dólares adicionales.

Por último, crearía una comisión fiscal para recomendar cambios relacionados con la deuda pública y los déficits nacionales, al mismo tiempo que requeriría que la Oficina de Presupuesto del Congreso considere el costo del servicio de la deuda en sus estimaciones.

El plan de Kevin McCarthy para evitar el cierre de Gobierno

La propuesta comienza con la extensión del plazo para presentar la legislación que financiaría al Gobierno federal durante el año fiscal del 2024. La nueva fecha pasaría a finales de octubre, lo que le daría al Congreso un mes extra para negociar un acuerdo, aunque no asegura que el cierre se efectúe el primer día de noviembre. Todo estaría supeditado al acuerdo entre demócratas y republicanos.

Además, recortaría el gasto discrecional en un 8 %, entendido como el financiamiento de las agencias federales, aunque protegería los fondos para Defensa, la ayuda ante emergencias y el Departamento de Asuntos de Veteranos.

Por último, el proyecto republicano incluye la mayor parte de la Ley de Seguridad de la Frontera de 2023, una de las legislaciones significativas de los republicanos de la Cámara Baja. Sin embargo, el nuevo plan excluyó disposiciones que requieren E-Verify. La legislación todavía espera a que el Senado la trate.

El plan presentado se logró tras un acuerdo entre el House Freedom Caucus y el Main Street Caucus, definido por sus colegas como el grupo de los "conservadores pragmáticos".