Con la mirada puesta en el avance tecnológico y militar que lleva efectuando China en los últimos años, los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Australia están considerando incorporar a Japón a AUKUS, una alianza trilateral destinada al desarrollo y puesta a punto de diferentes proyectos y estrategias en materia de defensa. Un movimiento por parte de Occidente, principalmente vinculado a contrarrestar cualquier amenaza proveniente del régimen comunista de Pekín.
A través de un comunicado conjunto, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y sus homólogos, Grant Shapps (Reino Unido) y Richard Marles (Australia), informaron de las elevadas posibilidades que existen actualmente para que Japón se integre en la asociación para determinados propósitos, pese a que ya existen ciertos acuerdos militares entre Tokio y los otros tres países.
"Reconociendo los puntos fuertes de Japón y su estrecha asociación bilateral en materia de defensa con los tres países, estamos considerando la posibilidad de cooperar con Japón en los proyectos de capacidades avanzadas del segundo tramo de AUKUS", dijeron los tres máximos mandatarios en el escrito.
El objetivo de los tres países es "dotar a nuestras respectivas fuerzas de defensa de capacidades militares avanzadas en apoyo de la estabilidad y la seguridad regionales", en referencia a la zona Indo-Pacífica.
Podría confirmarse en la visita de Kishida a Washington, D.C.
La integración podría ratificarse durante la visita de Fumio Kishida a Washington, D.C., esta semana, donde se reunirá en la Casa Blanca con Joe Biden. Un encuentro que será el primero que se realice en nueve años entre un primer ministro japonés y un presidente de los Estados Unidos en la capital de la nación. De hecho, el embajador norteamericano en Tokio, Rahm Emanuel, dijo, en declaraciones recogidas por The Epoch Times, que la reunión marcará "una profunda transformación en las relaciones entre EEUU y Japón, al terminar una era y comenzar otra".
AUKUS fue creada con el objetivo de impulsar la tecnología militar de los tres países y mantener la estabilidad en la región del Indo-Pacífico. La integración de Japón, un país líder en desarrollo tecnológico, supondría un importante incentivo para que la alianza mejorase sus proyectos militares.
