Dos arrestados por la brutal masacre de una familia en California el pasado mes

El sheriff de Tulare, Mike Boudreaux, reveló la identidad de los detenidos (ambos hombres de 25 y 35 años). La investigación sigue en desarrollo, ya que el motivo de la matanza "no está exactamente claro".

Dos hombres fueron arrestados en condición de sospechosos por la matanza de seis personas -incluida joven hispana de 16 años y su hijo de 10 meses- en una vivienda el centro de California el mes pasado.

El sheriff del condado de Tulare, Mike Boudreaux reveló la identidad de los detenidos: Noah David Beard -de 25 años- que fue arrestado sin incidentes, y Angel "Nanu" Uriarte -de 35 años- que resultó herido en un tiroteo con agentes federales antes de ejecutarse su detención.

Aunque el motivo de la masacre "no está exactamente claro",  se determinó -basándose en las pruebas recogidas por los detectives- que dos miembros de la familia asesinada formaban parte de la banda criminal "Sureño". Los dos sospechosos detenidos eran integrantes de la banda "Norteño".

El sheriff comentó que las detenciones derivan de la aplicación de la "Operación Pesadilla" en la que se realizaron múltiples allanamientos y se registraron las celdas de reclusos asociados con algunas bandas criminales en varias prisiones estatales para conseguir información relevante para el caso.

Las víctimas y "pena de muerte"

La madrugada del lunes 16 de enero, los cuerpos de una joven hispana de 16 años y su hijo de 10 meses fueron encontrados sin vida afuera de su casa en el condado de Goshen, en California, siendo el resultado de un tiroteo. Otras cuatro personas, incluida una abuela dormida en su cama, también fueron asesinadas con un "frío profesionalismo".

Las víctimas fueron identificadas como: Rosa Parraz (de 72 años), Eladio Parraz, Jr. (52), Jennifer Analla (49), Marcos Parraz (19), Alissa Parraz (16), y Nycholas Parraz (10 meses). Tres personas sobrevivieron al tiroteo. Dos de ellas estaban dentro de un remolque y la otra dentro de la casa.

Boudreaux describió inicialmente la masacre de "tipo cártel", metódica y despiadada, y no había descartado por completo de que se tratara de un conflicto de narcotraficantes. El sheriff también había pedido al gobernador Gavin Newsom que permitiera la pena de muerte para los responsables: "Este debería ser un caso de pena de muerte".

Los cárteles presentes en la zona

Las autoridades consideran la región de Goshen un lugar "vulnerable al tráfico de drogas desde la frontera". Allí transportan grandes cantidades de cocaína, heroína y otros narcóticos. En la zona operan el cártel el de Sinaloa y el de Jalisco -dos de los grupos narcotraficantes más grandes de México-.  Ambos están involucrados con el cultivo ilegal de marihuana en reservas forestales y en la distribución de sus cosechas a otros estados del país:

Tenemos cárteles en el Valle Central, en el condado Tulare (...) Los cárteles están aquí por varias razones: vender droga es lucrativo, hay mucho dinero por obtener, están enfocados en el dinero. El otro (motivo) es que tenemos una frontera muy insegura.