Los cuerpos de una joven hispana de 16 años y su hijo de 10 meses fueron encontrados sin vida afuera de su casa en el condado de Goshen, en California, la madrugada del lunes 16 de enero, siendo el resultado de un tiroteo.
Según los forenses, las personas que dispararon a la madre y su bebé se pararon encima de sus cuerpos para llevar a cabo los homicidios. Otras cuatro personas, incluida una abuela dormida en su cama, fueron asesinadas con un "frío profesionalismo" similar, "con un balazo en la frente desde arriba, estilo ejecución".
Aunque no se sabe aún con certeza que pudo desencadenar la masacre, el sheriff del condado de Tulare, Mike Boudreaux, comparó con el suceso con las ejecuciones realizadas por cárteles de droga.
Un cártel de droga no identificado
Boudreaux inicialmente describió la masacre como un ataque dirigido por un cártel de drogas no especificado. Según sus declaraciones: "El cártel de la droga (...) ¿Qué más podría explicar la depravación de ejecutar a un bebé?". Y en declaraciones a Los Angeles Times, el sheriff había sido aún más preciso: "Creo que está específicamente relacionado con un cartel. El nivel de violencia... esta no era un pandillero común y corriente".
Un día después, en una conferencia de prensa en la que identificó a las seis víctimas y pidió a la ciudadanía que ayudara con la investigación, el sheriff modificó esa afirmación, aunque insistió en esta hipótesis:
No estoy señalando a ningún cártel. Estoy diciendo que lo que ocurrió es parecido a lo que hemos visto referente a ejecuciones de carteles (...) Aunque no he eliminado esa posibilidad (...) Esta gente claramente les disparó en la cabeza y también en lugares que los pistoleros sabían que serían muertes rápidas (...) No sabemos si es un tiroteo relacionado con pandillas, con un cártel o una combinación.
Boudreaux dijo que los investigadores estaban buscando al menos a dos culpables. Las víctimas, muchas de las cuales eran familia, tenían edades comprendidas entre los 62 y los 10 meses, y casi todas recibieron disparos en la cabeza:
Nada de esto fue por accidente. Fue deliberado, intencionado y horrible (...) Estamos buscando debajo de cada piedra. Esta gente será traída ante la justicia.
Los cárteles presentes en la zona
Las autoridades consideran la región de Goshen un lugar "vulnerable al tráfico de drogas desde la frontera". Allí transportan grandes cantidades de cocaína, heroína y otros narcóticos. En la zona operan el cártel el de Sinaloa y el de Jalisco -dos de los grupos narcotraficantes más grandes de México-. Ambos están involucrados con el cultivo ilegal de marihuana en reservas forestales y en la distribución de sus cosechas a otros estados del país:
Tenemos cárteles en el Valle Central, en el condado Tulare (...) Los cárteles están aquí por varias razones: vender droga es lucrativo, hay mucho dinero por obtener, están enfocados en el dinero. El otro (motivo) es que tenemos una frontera muy insegura.
El sheriff también señaló que la propiedad donde ocurrió la masacre era un "hogar conocido en el departamento" por la constante actividad de pandillas. Dijo que los agentes habían encontrado armas, marihuana y metanfetamina en la casa el pasado 3 de enero, luego de una verificación de cumplimiento de libertad condicional de uno de los fallecidos.
Se espera que las autopsias de las seis víctimas concluyan el viernes. El supervisor del condado Tulare, Eddi Valero declaró:
Estos actos de violencia sin sentido, especialmente con bebés, niños y adultos jóvenes, no tienen cabida en nuestras comunidades (...) Es la peor pesadilla de todos.
