Jair Bolsonaro pidió invalidar los resultados de las elecciones brasileñas del 30 de octubre en las que Luiz Inácio Lula da Silva venció por una ínfima diferencia de votos. Tanto el aún presidente como el Partido Liberal (PL) presentaron una demanda ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil en la que solicitan la anulación de los resultados de las urnas electrónicas más antiguas porque "son imposibles de auditar".
Por su parte, el presidente del TSE, Alexandre de Moraes, dijo que llevarán a cabo una investigación si el PL presenta también dudas sobre las votaciones de la primera vuelta, celebrada cuatro semanas antes.
Estas urnas antiguas representan el 61% del total utilizadas en las elecciones y fueron fabricadas entre 2009 y 2015. Según una auditoria privada realizada por el PL, en las urnas modernas -del año 2020- Bolsonaro obtuvo la mayoría de los votos (51,05%) en la segunda vuelta.
En su informe técnico, el abogado del PL, Marcelo Bessa, solicitó a las autoridades judiciales que "verifiquen el posible mal funcionamiento" de las urnas antiguas.
Lula da Silva ganó las elecciones más reñidas de la historia de Brasil, con un 50,9% de los votos frente al 49,1% obtenido por Bolsonaro. Con su victoria, da Silva retorna al poder 12 años después de su primer mandato. El nuevo presidente brasileño estuvo casi 600 días encarcelado por delitos de corrupción.
