Atentado de Sídney: las autoridades confirman la hipótesis terrorista en el ataque contra una iglesia

El atacante fue motivado por razones ideológicas y religiosas para atacar a una comunidad cristiana procedente de Oriente Medio, según la Policía.

La Policía australiana confirmó este lunes que el ataque con cuchillo en una iglesia de Sídney se trata de un atentado terrorista con motivaciones religiosas. Según los investigadores, el atacante tuvo la intención de atacar concretamente a la comunidad cristiana de la Iglesia Asiria Ortodoxa, una escisión de la Iglesia Asiria del Oriente.

En el ataque resultó herido el obispo asirio Mar Mari Emmanuel, quien fue el objetivo principal del ataque, aunque logró sobrevivir a este. Junto a él, tres otras personas más presentes en el templo cristiano fueron heridas.

El atacante es un joven de 16 años de edad, que tuvo que ser escoltado por la Policía para abandonar la escena del crimen y pasar a custodia judicial. Fuera de la iglesia le esperaba una congregación de feligreses reunidos en protesta contra el ataque. De acuerdo con la investigación, el terrorista actuó solo y se trataría de un extremista religioso.

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El atentado fue grabado en directo, ya que la iglesia solía retransmitir por internet las liturgias de Mar Mari Emmanuel, quién según los medios de comunicación australianos ganó fama a través de internet. Aunque en los videos que circulan por redes sociales es imposible discernirlo, varios medios australianos aseguran que el atacante gritó "Allahu Akbar" durante el atentado.

Los cristianos que siguen esta Iglesia provienen en su mayoría de Irak, Siria y otras regiones de Oriente Medio. Si bien son sus orígenes históricos, el islamismo ha borrado prácticamente del mapa a estas confesiones, que igual que los coptos, son sujetos a repetidos ataques, por lo que muchas de sus comunidades se desplazaron a países occidentales en búsqueda de seguridad.

La Policía investiga los disturbios fuera de la iglesia

Poco después de intervenir las fuerzas policiales en el interior del templo para arrestar al atacante, un nutrido grupo de miembros de la comunidad cristiana se congregó en los alrededores del templo. El grupo pronto adoptó una actitud violenta y pidió que el terrorista les fuera entregado. "¡Sáquenlo fuera!", se escucha gritar a la multitud en algunos videos que circulan en redes.

Las autoridades australianas tuvieron que desplegar efectivos adicionales en el exterior de la iglesia para mantener la protesta bajo control. En las imágenes de lo acontecido se ven algunas cruces de gran tamaño entre los manifestantes. La Policía australiana denuncia daños a los vehículos policiales y deplora que algunos agentes resultaron heridos. Karen Webb, comisionada de Policía en Nueva Gales del Sur aseguró que aquellos que participaron en los disturbios puede esperar a "que llamen a su puerta". "Los encontraremos y los procesaremos", prometió Webb.