Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidente saliente de la Argentina, llegó a la asunción de Javier Milei con una gran sonrisa. Aparentemente, buscaba disimular su descontento queriéndose mostrar a la altura del evento, incluso riendo y mostrándose coqueta con el flamante presidente libertario. Sin embargo, bastaron un par de gritos del público para que la izquierdista mostrara su verdadera cara soberbia y su genuino desprecio hacia gran parte de la sociedad argentina.
Sacando el dedo medio, sin ningún tipo de altivez, CFK dirigió el famoso fuck you contra el público presente instantes antes de entrar al Congreso argentino.
Qué imagen. CFK sacando el dedo del medio al entrar al Congreso. pic.twitter.com/n5UXnbqvJ2
— Emmanuel Alejandro Rondón (@rondon_EA26) December 10, 2023
La imagen no tardó en hacerse viral, convirtiéndose en uno de los gestos protagónicos del día por parte de los distinguidos políticos presentes en el evento.
Pero más allá de todo, lo que realmente se debe considerar de esta vergonzosa y evitable situación es que mucho no se le podía pedir a la señora exvicepresidente.
Al final, ese gesto, obsceno y desubicado, representa su legado: el saqueo, la ofensa y el desprecio hacia una gran parte de los argentinos que durante años padecieron las empobrecedoras políticas de CFK y sus aliados.
¿Cómo más se iba a despedir CFK si, al fin y al cabo, no solo fue una política corrupta —condenada a 6 años de prisión por administración fraudulenta y orquestar uno de los mayores saqueos contra la historia del Estado argentino—, sino una de las principales responsables de que Argentina hoy sea un infierno casi ingobernable?
¿Cómo más se iba a despedir CFK si, en definitiva, la bandera del kirchnerismo por años fue convertir a Argentina en uno de los países más inseguros y con más inflación del mundo?
Coherencia, por favor, porque no se le puede pedir pudor y honor a la voz de mando de uno de los movimientos más empobrecedores de la historia de la región.
