Así es José Antonio Kast, el líder conservador que ha frenado al izquierdista Boric

Aunque tachado de 'ultra', el fundador del Partido Republicano de Chile es un firme defensor de la vida, la familia y la libertad religiosa.

Gusta mucho a la progresía occidental calificar a José Antonio Kast, líder del Partido Republicano de Chile, de político 'ultra': 'ultraconservador', ultraderechista... Sin embargo, en su ideario figuran claramente "la defensa de la vida humana, el matrimonio, la familia y la libertad religiosa". Kast es presidente del movimiento Political Networks for Values, del que forman parte personalidades políticas relevantes, y de muy diversas ideologías, de Europa e Hispanoamérica, entre ellos eurodiputados o altos funcionarios del Consejo de Europa, y líderes de organizaciones civiles de nivel mundial como, por ejemplo, Brian Brown, presidente de la International Organization for the Family, de Estados Unidos. Esta misma 'progresía de salón' quiso sacarle punta a unas declaraciones realizadas en 2021 por el flamante ganador de las elecciones para el Consejo Constitucional en las que aseguró que si "Pinochet viviera ahora votaría por mí". El revuelo mediático que se formó en Chile, y en otros muchos países, lo cortó tajante el propio Kast al subrayar que él no respalda ni ha respaldado nunca ninguna violación de los derechos humanos.

Sus orígenes familiares han sido otro de los motivos utilizados por la oposición para atacar a José Antonio Kast. Sus padres emigraron desde Alemania a Chile en 1950, huyendo de la miseria que padecía todavía ese país cinco años después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Una investigación de la agencia AP, repicada en muchas ocasiones por la prensa internacional, señalaba el presunto pasado nazi de su padre, que habría luchado durante esta terrible conflagración en el Ejército alemán. El líder republicano aseguró siempre que su progenitor fue un recluta y no un miembro del Partido Nazi, pese a que en sus filas militaban en marzo de 1945 más de 8,5 millones de alemanes. Muchos de ellos lo hacían por puro instinto de supervivencia.

Campaña de acoso y derribo

La victoria sin paliativos de José Antonio Kast (Santiago de Chile, 1966) de este pasado domingo contra el presidente Gabriel Boric debería cerrar un triste capítulo en la historia democrática de Chile. El de un país, mejor dicho un presidente, Sebastián Piñera, que sufrió una terrible campaña de acoso y persecución desde la calle, manejada por las fuerzas izquierdistas, para acabar con un gobierno elegido limpiamente en las urnas, y con una Constitución, que ahora se demuestra, la querían muchos más chilenos de lo que esas protestas hacían creer. Sobre el cambio constitucional en Chile, Kast ha dicho que el país sudamericano "no necesita" una nueva Carta Magna y ha planteado que cualquier cambio debe hacerse "por vía institucional" en el Congreso.

En su programa político, que es un buen reflejo de su ideario y de su personalidad, figuran el dar al mercado más libertad de acción, reducir en lo posible la participación del Estado en la economía, bajar los impuestos y reducir el gasto público, confiando en que la estabilidad y el orden generen más inversiones y más riqueza para Chile. El líder del Partido Republicano, licenciado en Derecho por la Universidad Católica de Chile, es un firme defensor del sistema de ahorro individual, tan debatido en el país, de la mejora de las pensiones y del retraso en la edad de jubilación.