Alberto Fernández devuelve a Argentina a la organización izquierdista Unasur

El expresidente conservador Mauricio Macri había sacado a su país de este foro próximo también al Grupo de Puebla.

El presidente argentino, Alberto Fernández, confirmó este martes en la reunión que mantuvo en la Casa Rosada con algunos integrantes del Grupo de Puebla y del Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (Clajud), el reingreso de Argentina en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). “En América Latina vamos todos en el mismo bote y la construcción de la unidad debe dejar de lado la utilización política, porque eso nos condena a más postergación. Por eso debemos revitalizar cuanto antes a la Unasur”, afirmó el mandatario en el cierre del encuentro, donde anunció la reactivación de los derechos y obligaciones de la Argentina ante el organismo regional. En este sentido, Alberto Fernández instó a sus pares a ponerse "de acuerdo en la necesidad de construir un bloque regional como mecanismo de autodefensa porque nadie se salva solo”. Y concluyó: “Si Brasil y Argentina estamos adentro, la Unasur tendrá otra potencia y tendremos que avanzar para que todos los países hermanos vuelvan a encaminarse hacia este bloque regional".

El expresidente conservador argentino Mauricio Macri decidió durante su mandato apartar a su país de Unasur por considerarla una organización izquierdista muy próxima ideológicamente al Grupo de Puebla. Sin duda la reunión el pasado martes también en Buenos Aires del Grupo de Puebla pareció más un aquelarre de la izquierda iberoamericana que una reunión de dignatarios internacionales dispuestos a resolver algún problema concreto de los pueblos latinoamericanos que pasan, muchos de ellos, por una dificilísima situación económica. Allí estuvieron lo más granado de la izquierda latinoamericana y española como los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y Ernesto Samper (Colombia). A tan selecto grupo se sumó también el juez español Baltasar Garzón condenado por el Tribunal Supremo a once años de inhabilitación por un delito de prevaricación cometido durante la instrucción del caso Gürtel.

El verdadero motivo de ese encuentro de Buenos Aires fue apoyar públicamente a la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, y actual vicepresidenta, a pesar de haber sido condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por un delito de "administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública". La Justicia estima que la líder izquierdista y sus cómplices robaron al erario argentino 84.835 millones de pesos, casi 480 millones de euros al cambio del momento de realizarse el juicio.

A estos encuentros periódicos acuden también muchos representantes de los partidos de la izquierda radical española, líderes independentistas vascos y catalanes, y miembros de los violentos CDR catalanes (Comités de Defensa de la República cuya organización y funcionamiento copian el modelo de los Comités de Defensa de la Revolución cubana).