Donald Trump se convirtió en el presunto nominado republicano en la mañana del miércoles, cuando Nikki Haley anunció que abandonaría su candidatura presidencial. De esta manera, el expresidente se convertirá en el candidato del GOP por tercer ciclo electoral consecutivo. En esta oportunidad, su rival volverá a ser Joe Biden, con quien tiene prisa por debatir.
El republicano habló el día después del Súper Martes, jornada en la que se adjudicó cada uno de los estados con la excepción de Vermont.
"Es importante para el bien de nuestro país, que Joe Biden y yo debatamos cuestiones que son tan vitales para los estadounidenses y el pueblo estadounidense", escribió en su cuenta de Truth Social.
"Por lo tanto, hago un llamamiento a los debates, en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier lugar", sumó.
A su vez, Trump aclaró que no le importa quién organicé el debate, puesto que tiene en claro su objetivo: verse atril de por medio con su adversario demócrata.
"Los debates pueden ser dirigidos por el corrupto Comité Nacional Demócrata o por su filial, la Comisión de Debates Presidenciales", sentenció.
Trump y Biden ya se vieron las caras en las elecciones presidenciales del 2020, cuando debatieron solo dos veces porque el republicano se infectó con Coronavirus. El republicano se quejó luego del primer debate, en particular de la moderación de Chris Wallace, la cual consideró tendenciosa en su contra.
El último debate del ciclo tuvo lugar el 9 de octubre con Kristen Welker como moderadora. El republicano destacó su participación dado que entendió que no jugó a favor de ninguno de los dos candidatos.
