Una turba asalta la embajada de Suecia en Iraq en protesta por las quemas del Corán y provoca la suspensión de las relaciones diplomáticas

El líder político Muqtada Al-Sadr llamó a sus seguidores a atacar la embajada después de saberse que este jueves un activista quemaría otro Corán en Estocolmo. Los tribunales suecos defienden el derecho a la libre expresión de sus ciudadanos.

Una turba enfurecida atacó la embajada de Suecia en Iraq durante la madrugada del miércoles al jueves, según informó el Gobierno sueco y reportaron los medios de comunicación. Es la segunda vez que ocurre, y siempre por los mismos motivos. Los alborotadores protestaban en contra de la quema del Corán durante manifestaciones en Suecia. Este ataque acrecienta la tensión entre Suecia y los países musulmanes, entre ellos Turquía, que bloqueó hasta julio la adhesión de Suecia a la OTAN. Según las fuentes oficiales, no hubo daños humanos en el ataque.

De acuerdo con los reportes locales, un nutrido grupo de varones se acercó a las inmediaciones del complejo de la embajada con actitud violenta. En videos que circulan por redes sociales se puede ver como la turba de iraquíes logra posteriormente entrar en las instalaciones. De acuerdo con el Gobierno sueco, el edificio fue incendiado. Algunas fuentes locales aseguran que la actuación de las autoridades fue mínima y no impidió en ningún momento que el ataque tuviera lugar.

Los asaltantes llevaban retratos del líder político y clérigo chií Muqtada Al-Sadr, que pese a ser el ganador de las últimas elecciones, no logró convertirse en el jefe del Gobierno iraquí. Muqtada al-Sadr cuenta con un vigoroso apoyo en las calles de Bagdad. Sus seguidores atacaron varias veces la Zona Verde de alta seguridad a lo largo de 2021 y 2022. El clérigo llamó a sus seguidores a manifestarse en contra de Suecia por permitir la quema de libros del Corán.

Está previsto que este jueves vuelva a producirse una quema del Corán, bajo forma de manifestación y con autorización del Gobierno, en Estocolmo, frente a la embajada iraquí. Participará en ella la misma persona que protagonizó la anterior: Salwan Momika, un iraquí de 37 que goza de nacionalidad sueca. Momika quemó el Corán en Estocolmo, frente a la principal mezquita de la ciudad. Antes de esto, lo pisoteó y frotó con lonchas de jamón cocido. La Justicia sueca defendió el derecho de Momika a manifestar de esta forma, aunque en un primer momento fuera denunciado por un delito de odio.

Suecia convocó al jefe de la delegación iraquí en Estocolmo para pedirle explicaciones por estos hechos. El Gobierno Sueco acusa al iraquí de no cumplir con la Convención de Viena, que rige las relaciones entre países, al fallar en su deber de proteger a la delegación diplomática y sus instalaciones.

"Las autoridades iraquíes tienen la obligación inequívoca de proteger a las misiones diplomáticas y al personal diplomático (...). Es evidente que las autoridades iraquíes han incumplido esta obligación", asegura el comunicado que firmó Tobias Billström, responsable de Exteriores sueco. "El Gobierno está en comunicación con representantes iraquíes de alto nivel para expresarles su consternación", añadió.

Este jueves se supo que el primer ministro iraquí, Al-Sudani, pidió al ministro de Exteriores que ordenase el retorno del encargado de negocios en Estocolmo y la salida del embajador sueco de Bagdad. Se entiende por esta decisión, que tras las conversaciones entre ambos Gobiernos, Suecia rechaza reprimir las manifestaciones en las que se queme el Corán y obedece así a su Tribunal Constitucional.