Uganda estrenó su polémica ley que castiga los delitos sexuales en el colectivo LGBT el pasado mes de mayo. Una norma por la que el país acusó a dos hombres que se enfrentan a cargos separados de "homosexualidad agravada". Según recoge la ley, este delito se castiga con la muerte si hay pruebas de incesto. También se puede imputar este delito a las personas que mantengan relaciones sexuales no consentidas con niños, personas discapacitadas o ancianos del mismo sexo.
El primer imputado es un hombre de 20 años del distrito de Soroti. Según aseguró a CNN la portavoz de la oficina del director del Ministerio Público de Uganda, Jacqueline Okui, se le acusó el 18 de agosto tras, presuntamente, mantener "relaciones sexuales ilegales con un [hombre] de 41 años con discapacidad".
Le representa la abogada Justine Balya. Ella aseguró a la cadena que la pena que intentaban aplicar contra su cliente es excesiva: "Por supuesto, el hecho de que la ley se aplique de esta manera es totalmente inconstitucional porque busca criminalizar lo que a menudo es una conducta consensuada entre adultos". La letrada aseguró que el juicio podría tardar aún en comenzar y que esperaba que su cliente permaneciese en prisión preventiva durante un largo tiempo antes de que se dictase sentencia.
Sexo con un menor
El segundo hombre que se enfrenta a la pena de muerte pertenece al distrito de Jinja, en el este del país. Se le acusa de, presuntamente, realizar "un acto sexual con un niño de 12 años del mismo sexo", según detalló Okui. Al igual que en el caso anterior, el hombre permanece bajo prisión preventiva y ambos comparecerán ante el tribunal en septiembre.
Ambos casos están siendo juzgados en virtud de la nueva ley que entró en vigor en Uganda en mayo. Esta norma no sólo castiga hasta con pena de muerte las relaciones de "homosexualidad agravada" sino que también prohíbe los matrimonios entre personas del mismo sexo y penaliza con cadena perpetúa los actos entre personas del mismo sexo.
