“No permitimos medios hostiles”: un periodista hispano fue atacado y robado por manifestantes antisemitas en la UCLA

Se trata de Anthony Cabassa, un veterano mexicoamericano que estaba intentando cubrir las protestas dentro de la Universidad de California en Los Angeles.

El periodista independiente Anthony Cabassa, un veterano que sirvió al país por más de diez años Guardia Costera de los Estados Unidos, fue atacado y robado en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) por manifestantes antisemitas según denunció el propio Cabassa en su cuenta en X (Twitter).

“Me acaban de robar el cargador del móvil porque nos negamos a dejar de grabar en una zona pública. Pedí ayuda a los de seguridad para recuperar mi propiedad y me dijeron que no tenían autorización, ‘habla con la administración’”, denunció Cabassa en una publicación en X antes de publicar dos vídeos del momento de la agresión.

“Hablé con la administración y me dijeron que avisara a la policía escolar, la policía escolar dijo ‘la administración escolar nos ha ordenado que no intervengamos’. Para entonces, el ladrón ya se había ido”, añadió el periodista.

En los vídeos que subió Cabassa se puede ver cómo el periodista de origen hispano fue acorralado por varios manifestantes antisemitas que están protestando contra Israel y sus operaciones militares en Gaza en las instalaciones de la UCLA, siguiendo el proceso de protestas pro-Hamás a lo largo y ancho del país.

En uno de los vídeos, una de las manifestantes le dijo a Cabassa que no se le iba a permitir la entrada en la universidad pública porque “no se permiten medios hostiles” en el campus.

“¡Deja de empujarme! ¡Deja de empujarme! Estás restringiendo mi movimiento”, pidió Cabassa a los manifestantes que lo rodearon. “Esto es un falso encarcelamiento. Esto es un falso encarcelamiento. Se me debería permitir estar aquí. Soy periodista, con credenciales”.

“Ok, esto es propiedad pública. Aquí vamos. Bueno, esto es lo que les hacen a los medios. Ustedes lo vieron, dejaron entrar a otros medios (…) Y los dejaron entrar porque dijeron que son parte de esto. Aparentemente, no existe la prensa libre aquí”, siguió Cabassa, que después recibió la respuesta de que los manifestantes no dejan entrar a la prensa crítica de las protestas.

En los tuits posteriores, Cabassa aseguró que los manifestantes le robaron sus pertenecientes, lo inmovilizaron contra la pared y restringieron sus movimientos “mientras la seguridad del campus y la policía se encontraban a escasos metros”.

“La policía del campus dice que ha recibido órdenes de ‘retirarse’. Se trata de un espacio público del campus”, denunció Cabassa.

Posteriormente, el periodista dijo que la seguridad del campus le explicó que él tenía derecho a estar en la universidad, pero que, aun así, la administración le ordenó que se retirara.

Después, realizó otra denuncia contra las autoridades de la UCLA: “Múltiples estudiantes han denunciado acoso, a los medios de comunicación locales, incluidos los periodistas de KTLA, se les dijo que no se les permitía entrar, y la UCPD y la seguridad del campus me han dicho en repetidas ocasiones que no hay nada que puedan hacer, ya que se les ha ordenado que se retiren. A pesar de esto, el rector de la UCLA sigue permitiendo este comportamiento”.

La agresión contra Cabassa se da en un contexto delicado en las universidades de todo el país, con manifestantes antisemitas tomándose los campus universitarios a modo de protesta por las operaciones militares israelíes en Gaza tras los ataques terroristas de Hamás el pasado 7 de octubre.

Manifestantes aprenden a combatir cuerpo a cuerpo

A pesar de que no se le permitió el acceso al campus universitario, Cabassa informó en X que pudo captar con un dron el momento en el que los manifestantes antisemitas estaban practicando combates cuerpo a cuerpo, presumiblemente como parte de su entrenamiento para enfrentarse a las fuerzas del orden.

“Usando un dron he podido conseguir imágenes exclusivas del campamento pro-Palestina en la UCLA. Están entrenando a los manifestantes en combate cuerpo a cuerpo mientras la Policía de Los Ángeles espera derribar el campamento tan pronto como esta noche, y se esperan posibles peleas con la policía”, escribió Cabassa.

“La escuela ha considerado el campamento ‘ilegal’ y ha amenazado a los estudiantes con la suspensión o incluso la expulsión si se niegan a abandonar, por fuente de personal de la escuela”, añadió.