Ordenan el cierre de una cárcel de mujeres en California acusada de mantener una "cultura de abusos sexuales"

Varios empleados y el exalcaide han sido denunciados o condenados por violar a reclusas del centro, al que apodaban "el club de la violación".

La directora del Bureau Federal de Prisiones, Colette Peters, anunció el cierre de la Institución Correccional Federal de Dublín (California), una cárcel de mujeres -que también alberga a trans y personas no binarias- en la que varios funcionarios y el antiguo alcaide han sido acusados o incluso condenados por violación por varias reclusas. El "comportamiento inadecuado de los empleados", como lo calificó Peters, provocó que el centro fuera apodado "el club de la violación".

El cierre se anuncia un mes después de que el FBI hiciera una redada en la prisión. Como consecuencia de ésta, el alcaide Art Dulgov -que apenas llevaba unos meses en el puesto- y otros tres altos directivos fueron destituidos de sus cargos por la Oficina Federal de Prisiones. Hasta media docena de los empleados y el anterior responsable del centro han sido demandados o condenados por violación.

Dulgov era la tercera persona en ocupar el cargo desde que Ray J. García fuera declarado culpable de agresión sexual a varias mujeres que cumplían condena allí. El pasado año García recibió una condena de 70 meses de prisión por estos cargos y por mentir al FBI como parte de un encubrimiento. La juez de distrito encargada del caso, Yvonne González, criticó la "cultura de abusos sexuales" de la prisión en la condena.

Las 605 reclusas serán trasladadas a otras instalaciones

Peters anunció que la planificación para la desactivación del recinto penitenciario "ya está en marcha". En estos momentos,  la prisión cuenta con 605 reclusas, que serán trasladadas a otras instalaciones lo más cerca posible del lugar donde serán liberadas tras cumplir sus penas. Además, la directora de Prisiones aseguró que ningún trabajador perderá su empleo a causa del cierre.

Peters señaló otras razones para clausurar la prisión, como el deterioro del centro por los años de servicios, y la falta de efectividad de las medidas y recursos del Bureau destinados a corregir la situación:

Hemos tomado medidas sin precedentes y aportado una enorme cantidad de recursos para abordar la cultura, la contratación y la retención, el envejecimiento de las infraestructuras y, lo que es más importante, la mala conducta de los empleados. A pesar de estos pasos y recursos, hemos determinado que FCI Dublín no está cumpliendo con los estándares esperados y que el mejor curso de acción es cerrar la instalación. Esta decisión se toma tras una evaluación continua de la eficacia de estas medidas sin precedentes y de los recursos adicionales.

"No es el edificio el que ha hecho algo mal"

No obstante, en declaraciones a Los Ángeles Times, Michael Bien, el abogado que gestiona la demanda colectiva de varias reclusas por las condiciones del centro, subrayó la relevancia del reconocimiento de Peters: "Es un reconocimiento extraordinario. Las autoridades penitenciarias están diciendo que no pueden gestionar esta prisión de forma segura". Sin embargo, el abogado señaló que el cierre no resuelve el fondo de la cuestión: "¿Cómo resuelve esto los problemas? En otras prisiones se aplican la misma política y los mismos procedimientos. No es el edificio el que ha hecho algo mal".