Nueva York ilegaliza la discriminación por obesidad

La norma aprobada por el alcalde Eric Adams protege tanto la altura y el peso percibidos como reales.

La obesidad y la altura tienen en Nueva York la misma protección anti-discriminación que la creencia religiosa, la discapacidad física o mental y el servicio en alguna fuerza del orden. Así lo ordenó el alcalde Eric Adams -autor de un libro sobre cómo prevenir la diabetes con una dieta vegetal- con la aprobación el viernes de un proyecto de ley que modifica el código administrativo de la ciudad.

Sea cual sea su talla, debe sentirse cómodo y aceptado cuando busque empleo, vivienda o acceso a alojamientos públicos.

Hoy, la ciudad de Nueva York ha declarado ilegal la discriminación por peso y estatura.

Como explicamos previamente en Voz Media, la normativa considera tanto las medidas "reales" como "percibidas" del cuerpo. Aunque establece dos excepciones: se podrá discriminar cuando altura y peso sean "una cualificación profesional razonablemente necesaria para el funcionamiento de la empresa" y si "califican como consideraciones de salud pública y seguridad".