El equipo de Navalni acusa a Putin de asesinar al disidente para evitar un intercambio de prisioneros

El opositor ruso iba a ser liberado junto con dos ciudadanos estadounidenses a cambio de la excarcelación del asesino Vadim Krasikov.

Pocos días después de morir se ha sabido que Alexéi Navalni iba a ser liberado en un intercambio de prisioneros entre Rusia y la comunidad internacional. Así lo desveló la periodista Maria Pevchikh, colaboradora del disidente, quien aseguró que se acordó la excarcelación de Navalni y dos ciudadanos estadounidenses retenidos por Moscú a cambio de un sicario ruso que cumple cadena perpetua en Alemania.

"Alexéi Navalni podría haber estado sentado en mi lugar ahora mismo, hoy. No es una forma de hablar. Se suponía que Navalni iba a quedar libre en los próximos días porque habíamos logrado una decisión sobre su intercambio. A principios de febrero, se ofreció a Putin intercambiar al asesino del FSB, Vadim Krasikov, por dos ciudadanos estadounidenses y Aléxei Navalni. La noche del 15 de febrero recibí la confirmación de que las negociaciones estaban en su fase final. El 16 de febrero, Alexéi fue asesinado", dijo Pevchikh en un video.

Vadim Krasikov, nombre al que se refiere Pevchikh, cumple condena en Alemania desde 2021 por el asesinato de un ciudadano georgiano que combatió contra el Ejército ruso en Chechenia, según informó Associated Press. El asesino disparó a la víctima en varias ocasiones en un parque de Berlín. No es la primera vez que el Kremlin solicita su excarcelación.

La periodista continuó su discurso diciendo que Putin no iba a tolerar que Navalni quedara en libertad, por lo que había que "librarse del objeto de trueque":

¿Por qué a Navalni lo mataron ahora? A Putin le dejaron bien claro que la única forma de recibir a Krasikov era el canje por Navalni. 'Ah, ¿sí?', pensó Putin. No acepto a un Navalni en libertad. Y si están dispuestos a canjear a Krasikov, entonces hay que librarse del objeto de trueque. El 16 de febrero de 2024, Vladímir Putin mató a Alexéi Navalni. Lo mató de manera vil y cobarde en una lejana cárcel siberiana, donde alejaron a Navalni del resto del mundo, lo apartaron de su familia y seres queridos, lo mataron de hambre y lo torturaron.

El pasado sábado, Lyudmila Ivanovna, madre de Navalni, recibió el cuerpo de su hijo ocho días después de su muerte. La entrega estaba condicionada a que la familia hiciese un funeral privado en vez de público. De no haberlo aceptado, el disidente hubiese sido enterrado en la cárcel donde murió.