Motín en Rusia: ¿Qué pasará con Prigozhin? ¿Y con el grupo Wagner?

Los expertos explican que la banda de mercenarios será parcialmente absorbida por el ejército ruso y que el futuro de sus operaciones en África es incierto.

Mientras las tropas del grupo Wagner comenzaron a deshacer el camino que emprendieron este viernes hacia Moscú, su líder, Yevgeny Prigozhin, se mantuvo en silencio.

El motín de fin de semana terminó con un opaco acuerdo mediado por el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. Uno de los pocos detalles que trascendieron del pacto es que Prigozhin se exiliaría en territorio bielorruso (varios reportes indican que ya se encuentra allí).

Habitantes de Rostov (primera urbe rusa ocupada por Wagner) haciéndose fotos con Prigozhin justo antes de que abandonara la ciudad y se viera obligado a exiliarse en Bielorrusia. Parecen muy aficionados a un tipo cuyas tropas mataron a 13 pilotos de la Fuerza Aérea rusa el mismo día.

Dmitri Peskov, secretario de prensa de Vladimir Putin, anunció que no se presentarían cargos criminales contra los miembros del grupo sublevado. Eso a pesar de que el Servicio Federal de Seguridad (SFB) había iniciado una causa contra Prigozhin que podría haber terminado con una condena de hasta veinte años tras las rejas.

¿Qué pasará con Prigozhin? "Aún no está claro qué va a hacer Lukashenko con el mercenario", dijo la opositora bielorrusa en el exilio Sviatlana Tsikhanouskaya en declaraciones recogidas por AP.

Tsikhanouskaya opinó que la decisión causaría aún más inestabilidad en Bielorrusia, y recordó que Minsk "detuvo a 33 mercenarios de Wagner antes de las elecciones de 2020".

El político y asesor bielorruso Franak Viačorka señaló que su país no era el "destino soñado para Prigozhin". Sostuvo que existían tres posibles escenarios: que Bielorrusia se convertirá en el centro de operaciones de Wagner, que Prigozhin se alce como líder de la ofensiva en Ucrania o que se le ofrezca un puesto de poco peso -en otras palabras, una jubilación con sueldo-.

Prigozhin, sin embargo, podría optar por irse de Bielorrusia. Un posible destino sería África, donde su séquito de mercenarios explota recursos naturales y pone sus balas al servicio de regímenes locales.

Futuro del grupo Wagner

"Para Wagner, esto parece que podría ser el final", opinó el investigador de la Universidad de Syracuse Brian Taylor, en conversación con Aljazeera.

"Las tropas de Wagner que no participaron en este levantamiento van a ser integradas en el Ministerio de Defensa", opinó el experto, y luego añadió:

Todos los demás, al parecer, serán despedidos pero no acusados.

Por su parte, el autor de Russia's Crony Capitalism Anders Åslund señaló que dejar de contar con los mercenarios será una gran pérdida para el ejército ruso -e incluso advirtió que "es difícil creer que Putin sobrevivirá el lío que ha creado"-. 

La única certeza, de momento, es que retomarán la lucha contra Ucrania. Incluso su posición en el continente africano podría verse amenazada, de acuerdo con el profesor de la Florida International University, John F. Clark.

Antes de que se desinflara el golpe, Clark sostuvo que sólo si Putin era derrocado Wagner mantendría su situación allí como hasta hace tan solo la semana pasada. Si el ejército privado de Prigozhin perdía, en cambio, lo más probable era que pasase bajo el mando de los militares regulares, perdiendo la 'libertad' de operar como una milicia privada.

"Mi opinión es que es probable que Wagner siga llevando la miseria al continente africano de múltiples formas", escribió, sin embargo, el profesor de política y relaciones internacionales.

No es probable que nadie de fuera lo detenga. Su presencia continuará también porque determinados actores africanos, estatales y no estatales, se benefician de ella. Su utilidad para determinados regímenes ayuda a explicar el llamativo silencio de la Unión Africana sobre la amenaza que representa. La pasividad ante Wagner también refleja una ambivalencia más profunda respecto a Rusia y al imperialismo ruso.