La Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE. UU. (GAO) es una agencia independiente y no partidista, que evalúa cómo el gobierno gasta el dinero de los contribuyentes. Su tarea principal es, en sus propias palabras, alentar un mejor funcionamiento gubernamental y ahorrarle "miles de millones de dólares a los contribuyentes". En esta oportunidad, puso la lupa en el Departamento de Defensa por las malas condiciones de algunos cuarteles militares.
Aunque indicaron que el problema no es nuevo, miembros del servicio les informaron que las actuales condiciones de los cuarteles afectan su calidad de vida y preparación para servir al país.
"Supervisión Insuficiente" del Departamento de Defensa
"La GAO observó barracones que plantean riesgos potencialmente graves para la salud y la seguridad -como ventanas rotas y sistemas contra incendios inoperativos- y que no cumplen las normas mínimas del Departamento de Defensa en materia de privacidad y configuración. Según los funcionarios, miles de militares viven en barracones que no cumplen las normas", expresaron.
Acto seguido, apuntaron directamente contra el Departamento de Defensa por llevar a cabo una supervisión "insuficiente" de las instalaciones militares. De acuerdo con esta agencia, el DOF presupuestó 15 mil millones de dólares para el mantenimiento general de las instalaciones para el año fiscal 2024, pero no pudo identificar cuánto de este total se gastaría efectivamente en los cuarteles.
Además, puntualizaron que el Departamento de Defensa "no hace un seguimiento de la información sobre el estado de los barracones ni facilita la colaboración en iniciativas para mejorarlos". Por lo tanto, esta "supervisión insuficiente obstaculiza la capacidad del Departamento de Defensa para identificar y abordar los problemas de larga data en las condiciones de los barracones en todo el departamento".
Para realizar este estudio, la GAO analizó las políticas, presupuestos y otra documentación del DOD. También entrevistó a funcionarios del Departamento, recorrió diez cuarteles y se reunió con funcionarios de la instalación y residentes del cuartel.
Ya con los hallazgos en mano, se animó a redactar 31 recomendaciones para el Departamento de Defensa, que fueron desde revaluar los requisitos de las construcciones militares, revisar los métodos de financiamiento y recopilar información de todo el departamento, por ejemplo a través del Estado de las Fuerzas.
