Messi, Scaloni, Dibu y la hinchada: las claves de la victoria de la Albiceleste

La selección argentina se sube a lo más alto del podio del Mundial de Qatar y suma su tercera estrella mundialista.

En 1978, Argentina actuó como anfitrión y no dejó escapar la oportunidad de sumar su primer título en su palmarés. Ocho años después, el Estadio Azteca de México vio cómo una selección capitaneada por Diego Armando Maradona lograba su segunda estrella mundialista tras derrotar en la final a Alemania. Desde entonces, la Albiceleste logró llegar a la última ronda de un Mundial en dos ocasiones más, pero no consiguió el éxito. El 18 de diciembre de 2022 es el día en el que la selección liderada por Lionel Messi vuelve a levantar la Copa del Mundo tras jugar la final más trepidante de la historia frente a la que era vigente campeona y realizar un torneo prácticamente sin errores.. 

Es innegociable decirlo: Argentina es justo campeón vista su trayectoria desde que comenzó el Mundial. Su único lapsus fue en la primera jornada, cuando Arabia Saudita sorprendió y les derrotó. A partir de ese partido, los jugadores pelearon, lucharon en cada partido como si sus vidas dependiesen de ello y demostraron el nivel competitivo que has de tener si quieres ser campeón del mundo. 

Lionel Messi

Por supuesto que haber logrado la consecución de su tercer Mundial se debe a un trabajo de muchos años de esfuerzo, victorias, derrotas, alegrías y sufrimiento. Ahora bien, es lógico que todo el mundo concentre todos estos aspectos en un nombre, el de Lionel Messi. El que, para muchos, es el mejor futbolista de la historia ha perseguido este título durante 20 años. Él sabe lo que es esa decepción de que el Mundial se te escape en una final. Pero, por fin, Messi completa su legendaria carrera con el título que más ansiaba y con el que soñaba desde muy pequeño.

La FIFA le ha correspondido como se merece y le ha nombrado como el Mejor Jugador del Mundial. Solo Kylian Mbappé -Bota de Oro- ha conseguido arrebatarle el otro galardón al que aspiraba Messi, el de ser el máximo goleador del torneo.

Con el Mundial, completa su envidiable vitrina de trofeos, todos los habidos y por haber que podía lograr durante su tan exitosa carrera tanto a nivel colectivo con los equipos en los que ha jugado como a nivel individual.

Lionel Scaloni

Otro de los grandes protagonistas de la tercera estrella mundialista. El técnico llegó al cargo en 2018, después del fracaso de la Albiceleste en el Mundial de Rusia.


Scaloni tuvo la difícil misión de ejecutar una transición en la selección argentina. Jugadores históricos como Sergio Agüero, Javier Mascherano o Gonzalo Higuaín se retiraban de la Albiceleste y el técnico argentino tuvo que confeccionar un equipo con futbolistas jóvenes y prácticamente sin experiencia. Eso sí, siempre ha mantenido la pasión y el estilo de juego que tanto caracteriza a la selección argentina.

Poco a poco fue cosechando victorias tras victorias, hasta acabar con la mala racha de la Albiceleste de 28 años sin lograr ningún título cuando ganó la Copa América de 2021. Un año después, su buen hacer materializa la consecución del tercer Mundial para las vitrinas argentinas.

Emiliano Martínez

La FIFA también ha decidido que el Mejor Arquero del Mundial sea Emiliano Dibu Martínez. Argentina siempre recordará la parada antológica con el pie que le realizó a Francia a escasos segundos para que concluyese la prórroga. Sin esta intervención, la Albiceleste no habría celebrado el título.

Su nombramiento como el mejor arquero del Mundial no solo depende de esta parada. Dibu también supo mantener en jaque a los franceses en la tanda de penaltis de la final y, durante el resto del torneo, tan solo encajó 5 goles antes de este partido.

La afición

Buenos Aires, Córdoba, Mar del Plata... Todos y cada uno de los rincones de Argentina celebran con emoción que su selección haya ganado el Mundial. Pero gran parte de este logro es gracias a la hinchada.

Haciendo un repaso del Mundial, Argentina siempre ha contado con uno de los más numerosos apoyos en las gradas en cada partido, si no el que más. Y, sin dudarlo, cada momento que han podido vivir los argentinos en los estadios de Qatar habrá merecido la pena.