Lloyd Austin fue dado de alta luego de su última internación, donde "se sometió a procedimientos no quirúrgicos bajo anestesia general"

El secretario de Defensa dejó el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed por la tarde del martes y reanudó todas sus funciones gubernamentales.

El secretario de Defensa, Lloyd Austin, fue dado de alta tras su última internación por problemas vejiga. El funcionario abandonó el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en la tarde del martes y reanudó todas sus funciones gubernamentales, aunque planea trabajar desde su casa antes de regresar al Pentágono.

El funcionario había sido nuevamente hospitalizado el lunes, por un problema de vejiga que tenía que ver con su anterior internación en diciembre. Según trascendió, se sometió a procedimientos no quirúrgicos bajo anestesia general y el problema fue solucionado.

En esta ocasión, se notificó formalmente a la Casa Blanca, al Congreso, al Estado Mayor Conjunto y a la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks.

Austin planea trabajar desde su casa hasta finales de semana para finalizar la recuperación, por lo que se perderá una reunión en persona de ministros de defensa de la OTAN en Bruselas. A su vez, se espera que asista virtualmente a una reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania el miércoles.

La polémica con Lloyd Austin

Resulta que, el pasado viernes 5 de enero, el Pentágono reveló que el secretario de Defensa había estado hospitalizado desde Año Nuevo, cuando comenzó a sentir un "dolor severo". Hasta aquí todo pareciera ser normal para una persona que no se siente bien de salud.

Sin embargo, el problema radica en que prácticamente nadie dentro del Gobierno Federal fue informado de la situación de Austin, ni siquiera el propio Joe Biden.

El propio funcionario reconoció a través de un comunicado que debió gestionar mejor la comunicación de su ingreso, y asumió toda la responsabilidad de la decisión de ocultarlo incluso al presidente de la Administración.

"Comprendo la preocupación de los medios de comunicación por la transparencia y reconozco que podría haber hecho un mejor trabajo asegurándome de que el público estuviera debidamente informado. Me comprometo a hacerlo mejor. Pero es importante decirlo: se trataba de mi procedimiento médico y asumo toda la responsabilidad de mis decisiones sobre la divulgación", escribió el funcionario.

Esta previsto que Austin testifique frente al Congreso para explicar la situación el próximo 29 de febrero.