Las probabilidades de que Estados Unidos experimente una recesión económica en algún momento del próximo año ha alcanzado su nivel más alto de los últimos 40 años, según un modelo de probabilidades creado por la Reserva Federal de Nueva York. Estas posibilidades se sitúan ahora en el 68,2%, el nivel más alto desde 1982, lo cual significa que ha superadi con creces el pico que alcanzó en noviembre de 2007, justo antes de la crisis criditicia de 2007 cuando se colocó en el 40%.
El modelo se basa en el análisis de la diferencia entre los bonos del Tesoro estadounidense a tres meses y a diez años. En los últimos meses las proyecciones han anunciado una ralentización del crecimiento del PIB y problemas en el mercado laboral. A esto hay que sumar los problemas que suponen la quiebra del Silicon Valley Bank que ya está provocando una leve recesión. El ex Secretario del Tesoro Larry Summers también ha expresado su opinión de que las probabilidades de una recesión son "probablemente del 70%". "La probabilidad de que se inicie una recesión este año en EEUU, o en los próximos doce meses es de alrededor del 70%", aseguró Summers en una entrevista en Foreign Policy. "Al juntar los desfases asociados a la política monetaria, los riesgos de la crisis crediticia, las necesidades de contener la inflación, el riesgo de perturbaciones geopolíticas o de otro tipo que afecten a las materias primas, el 70% sería el rango que yo calculo".
Al presidente Joe Biden se le acumulan las malas noticias con respecto a su gestión económica, eso sin contar con el descontrol en la frontera sur del país con la llegada masiva de inmigrantes ilegales que es otro de los graves problemas que preocupan a los ciudadanos. El estudio recién publicado por la Reserva Federal sucede a una encuesta de la CNBC del mes pasado que reveló que el 70% de los estadounidenses admiten sentirse estresados por sus finanzas personales, y que otro 58% afirma vivir al día.
A medida que llegan con más rapidez las malas noticias crecen los temores e inseguridades de los principales actores económicos. Es como una pescadilla que se muerde la cola. Un informe del pasado mes de abril descubrió que las pequeñas empresas, la columna vertebral de cualquier economía nacional, se están declarando en quiebra a un ritmo récord, más rápido de como lo hicieron en 2020, en el peor momento de la pandemia del coronavirus.
