Las Naciones Unidas extorsionan a inmigrantes estimulados por las políticas de fronteras abiertas

"Somos un negocio para ellos", denuncia Nelda entre lágrimas.

Voz Media dio cuenta recientemente de una entrevista con solicitantes de asilo venezolanos mientras informaba desde la frontera sur, en Yuma, Arizona. En ella, una familia describía los peligros a los que se enfrentaron a pesar de viajar en autobús sorteando la ruta de la selva. La "supercarretera" fue ideada para generar un flujo migratorio más ordenado y humano en el marco del Acuerdo Bilateral de Migración y Protección, suscrito por el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, y otros convenios internacionales concertados por el secretario de Estado, Anthony Blinken.

Según la campaña Un Mundo MejorEstados Unidos es el mayor contribuyente financiero de Naciones Unidas. La ONU se presenta como una organización que ayuda a los inmigrantes desplazados por la fuerza. Sin embargo, a pesar de los miles de millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses y de la financiación de otros países, los inmigrantes entrevistados que viajaron a través del traicionero Tapón del Darién ofrecen testimonios que sugieren que se ven obligados a pagar por esa ruta más segura.

El reportero de Border Network y Real America's Voice News Óscar Ramírez, alias Óscar el Blue, está cubriendo la crisis fronteriza que se vive en la raya entre Honduras y Guatemala. Allí ha entrevistado a migrantes que describieron sus tratos con la ONU. Según ellos, hay tres campamentos de migrantes ubicados en el Darién.

Los detalles divulgados durante las entrevistas describen la llegada al segundo campamento, donde funcionarios de Naciones Unidas ofrecen autobuses para evitar la ruta de la selva. Sin embargo, a pesar de la pretendida asistencia humanitaria, los trabajadores de la ONU cobran una cuota de entre 15 y 40 dólares por persona y autobús para evitar la pestilente travesía selvática. A los que no pueden pagar se les ofrece la oportunidad de obtener el billete a cambio de trabajo manual y limpieza de los campamentos.

En una de las entrevistas de Óscar el Blue habla Neldauna solicitante de asilo procedente de Venezuela. "Soy madre, ya perdí a dos hijas en Venezuela... No haga cruzar la selva a sus hijos", suplica. "No puedo dormir porque los recuerdo, en un momento están sonriendo y luego se los lleva el río, muertos".

"Somos un negocio para ellos [la ONU]", prosigue Nelda entre lágrimas. "Todo el mundo gana dinero... No se puede pasar por la selva sin dinero", le explicó a Ramírez. "Hay millones de personas allí, muertas porque Joe Biden no cerró el acceso... ¿Por qué no lo hizo desde el principio?".

Nelda concluye diciéndole a Ramírez que alguien tiene que rendir cuentas por los millones de personas que han muerto.

Otros migrantes entrevistados relatan su experiencia caminando por pantanos que les llegaban a la cintura y pisando cadáveres a los que se tragaba el río. Unos vieron cadáveres colgados de árboles. Hablan de hombres que a los que despiertan los gritos de las mujeres violadas. Muchos de los que fueron alentados a emprender el viaje desde Sudamérica con la esperanza de llegar a la frontera sur de Estados Unidos se encuentran con que los funcionarios de la ONU les explotan y  frecen un viaje aparentemente más seguro a un precio inasequible para ellos.

Óscar informó de que varios grupos de venezolanos fueron mandados de vuelta por la orden del DHS del pasado día 12 que autoriza la deportación de los venezolanos que ingresen a EEUU por cualquier sitio que no sea puerto de entrada legal. Los venezolanos son objeto de especial atención, ya que muchos centroamericanos y sudamericanos no tienen la documentación adecuada a su llegada al puesto fronterizo integrado de Agua Caliente.

El Tratado de Libre Comercio de América Central (CA4) se firmó en 2006 por parte de cuatro países centroamericanos: Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala y permite a los inmigrantes transitar libremente por ellos sin interferencias y con pocas documentación. Quienes no sean ciudadanos de los países del CA4 deben registrarse ante las fuerzas del orden y los funcionarios de inmigración. Los indocumentados se convierten en un blanco fácil para la extorsión de agentes de viaje, traficantes de personas y contrabandistas.

Ramírez informa de que, al tiempo que muchos venezolanos son rechazados por falta de documentación, grupos de Afganistán y otros países, también sin la documentación adecuada, pasan sin oposición. Lo cual redobla la impresión de que los venezolanos son un objetivo específico.

A pesar de la orden del DHS, las fuentes del sector Del Río de Texas y los informes de primera mano del sector de Yuma aún no testimonian una disminución en el número total de extranjeros ilegales detenidos en la frontera sur. En cambio, fuentes de la CBP en ambos sectores informan de un aumento de las entradas ilegales que tienen por origen países como Perú y Colombia.