La turbia historia de Sarah Ashton-Cirillo, el portavoz trans de la FTD que fue suspendido por amenazar con “cazar” a los críticos de Ucrania

Su nombre real es John Michael, su lugar de nacimiento es un misterio, profesa ideales socialistas y estuvo infiltrado en el Partido Republicano de Nevada.

Sarah Ashton-Cirillo, cuyo nombre de nacimiento en realidad es John-Michael Cirillo, tiene un amplio historial en Internet debido a su actividad como periodista, activista político “infiltrado” y figura comunicacional bélica que defendió, por meses, los intereses de Ucrania ante la sociedad occidental.

No obstante, todo lo que gira en torno a este personaje, quien ahora está en el centro de la polémica por su suspensión como portavoz angloparlante de la Fuerza de Defensa Territorial de Ucrania (FTD), es cuestionable y extraño.

Primero, de acuerdo con la página que consultes, su lugar de nacimiento parece no tener consenso. En algunos perfiles de autor, John, que se cambió el nombre a Sarah, afirmaba ser “una reportera” de Nevada y algunas biografías de Internet ponían al estado como su lugar de nacimiento (aparentemente Nevada fue su residencia por muchos años, pero no nació allí).

Otras fuentes más globales, como Wikipedia, y algunos medios internacionales, como El País de España, ubican su nacimiento al norte de Florida.

Mientras tanto, medios de alcance nacional, como el New York Post, que entrevistaron a este polémico personaje en los últimos meses, mencionaron que nació en New York y que su familia es del Bronx.

Así como su lugar de nacimiento no es claro, la vida de Sarah tampoco guarda mucho sentido ni una correlación de cómo, en cuestión de años, fue periodista, un infiltrado dentro del Partido Republicano de Nevada, un exmiembro descontento de los Socialistas Democráticos de América y un soldado extranjero en la guerra entre Rusia y Ucrania que alcanzó la fama internacional por amenazar con “cazar” a los críticos del país europeo.

Una socialista acusada de fascista

Si bien en la furiosa actualidad John-Michael Cirillo (o Sarah) es criticado principalmente por los conservadores críticos del financiamiento a Ucrania, no siempre fue así.

Ashton-Cirillo, desde hace años, ha proyectado una imagen de activista progresista que alcanzó su punto máximo en medio de una operación encubierta en Nevada, donde se infiltró en el Partido Republicano para supuestamente exponer los nexos entre dirigentes del GOP de Nevada y la organización nacionalista Proud Boys que buscaban revertir los resultados electorales del 2020.

Esta operación atrajo la atención nacional y fue cubierta ampliamente en junio de 2021 por el medio de tendencia izquierdista The Daily Beast, que reseñó como en los meses previos a las elecciones de 2020, el entonces reportero trans Sarah Ashton-Cirillo “se introdujo en los círculos del Partido Republicano como parte de su investigación para un libro sobre el extremismo de derechas”.

Si bien la infiltración del reportero trans le valió buenas reseñas en la prensa de izquierda, los socialistas de Estados Unidos no están muy felices con el ahora soldado ucraniano.

Algunos autores de izquierda lo tildan de ser un “estafador”, mientras que desde el mismísimo DSA lo llamaron fascista.

Por ejemplo, Evan Reif, un autor de Dakota del Sur que se describe como un interesado en la política de izquierda, escribió en noviembre de 2022 un extenso reportaje para la pequeña revista CovertAction Magazine donde reseñó una severa crítica contra Ashton-Cirillo, acusándolo de ser un impostor que va de causa en causa buscando la fama y que encontró su lugar en el mundo defendiendo a los polémicos grupos armados ucranianos Azov y Kraken.

Según Reif, la operación infiltrada de Ashton-Cirillo en realidad fue un fiasco, pues el nexo entre los Proud Boys y el Partido Republicano de Nevada no fue sorprendente y no llamó la atención del FBI, la agencia de inteligencia que recibió la información del activista.

“Los Proud Boys lograron muy poco, haciendo piquetes en un edificio de la comisión electoral durante un tiempo antes de irse a casa. Sarah consiguió aún menos. A pesar de sus esfuerzos, no pasó absolutamente nada”, reseñó el autor izquierdista, quien además criticó a Sarah porque mientras estaba de “infiltrada” ayudó a los republicanos a ganar 2 sobre 3 elecciones a nivel local.

A pesar de que Ashton-Cirillo ganó cierto reconocimiento como el activista trans que se infiltró en el GOP de Nevada, su paso como un miembro de los Socialistas Democráticos de América no fue precisamente exitoso, aunque dejó momentos donde dejó claras sus posturas de extrema izquierda y su odio hacia el capitalismo.

El activista trans, que en reiteradas ocasiones se ha definido en sus redes sociales como un “socialista democrático”, fue expulsado del DSA en un conflicto enrevesado donde el propio Cirillo acusó a la organización de coartar su libertad de expresión.

En una columna para The Nevada Independent, Ashton-Cirillo denunció que el DSA lo expulsó de sus filos porque escribió cuatro artículos, tres historias en su sitio web Political.tips y un comentario que se publicó en el mismo The Nevada Independent, junto con dos tweets de su propia autoría.

“Al menos, creo que este es el motivo, ya que la DSA de Las Vegas actuó de una manera que un miembro de la DSA me describió como ‘fascismo de capítulo’”, escribió Ashton-Cirillo. “A diferencia de la noción de un fascismo sigiloso contra el que la sociedad está generalmente en guardia, el comportamiento exhibido por los que llevaron a cabo este acto se produjo rápidamente y de manera cobarde. Unos pocos mensajes de texto en el transcurso de menos de un mes fue todo lo que recibí desde sus primeras advertencias hasta mi expulsión definitiva”.

La versión de Sarah es que el DSA no fue tolerante con su labor de prensa y sus críticas a la propia organización que pertenecía. Sin embargo, para el escritor Reif, la cuestión es diferente.

“Después de quemar todos sus puentes con el GOP estatal, Sarah también fue expulsada de la DSA de Nevada. Sarah afirma que esto fue una gran cruzada chequista contra ella y la libertad de expresión, sin embargo, la realidad es mucho más simple”, escribió Reif en su reportaje. “Entre sus asociaciones con el Partido Republicano de Nevada, los Proud Boys y otros activistas de extrema derecha y sus constantes ataques a la DSA y a sus miembros, se vieron obligados a actuar. Un partido que admite de buen grado en sus filas a agentes de inteligencia, policías y traficantes de armas veía a Sarah como un riesgo inaceptable para el partido”.

El fuego cruzado entre Ashton-Cirillo y los socialistas americanos es curioso, pues todo sucedió después de que supuestamente intentara exponer al “extremismo de derecha” y publicara libro contra el conservadurismo americano.

Lo único concreto es que, en un corto periodo de tiempo, Ashton-Cirillo fue republicana, cercana a los Proud Boys y miembro del DSA. Con ninguno de esos grupos terminó bien.

De periodista a una importante portavoz internacional que se reúne con congresistas

Como su paso como activista socialista no rindió frutos, Ashton-Cirillo continuó con su carrera como periodista, en esta ocasión llegando a una zona de guerra.

Según relató a El País, Ashton-Cirillo trans llegó a Ucrania a través de la frontera con Polonia, tras el inicio de la invasión rusa, y la idea, en principio, era quedarse un par de semanas y volver a Estados Unidos.

Sin embargo, al llegar a la ciudad ucraniana de Ivano-Frankvisk, al momento de imprimir su acreditación de prensa Ashton-Cirillo se encontró con dos hombres que dijeron ser funcionarios de inteligencia y se ofrecieron a trasladarlo a Kharkiv, una ciudad ucraniana clave que por entonces estaba sitiada por las tropas rusas y no tenía casi contacto con el mundo porque no quedaban reporteros internacionales.

Ashton-Cirillo aceptó ir con ellos y entonces empezó su travesía hasta convertirse en un soldado ucraniano. Primero trabajó con la oficina de prensa de la ciudad, luego como voluntario y finalmente terminó enlistándose y yendo al frente donde sufrió una herida en la cabeza y la mano que según su reporte en X (antes Twitter) le iba a dejar secuelas de por vida. Aunque las imágenes en vídeo que publica rutinariamente no muestran heridas de guerra de gravedad.

En diversas entrevistas Ashton-Cirillo mencionó que, al ser un soldado trans con una gran repercusión en plataformas sociales y medios internacionales, las fuerzas rusas y el aparato comunicacional del Kremlin lo pusieron en una lista de objetivos a eliminar, tal y como otros soldados que se hicieron de una fuerte presencia en redes.

Con el tiempo, Ashton-Cirillo dejó su faceta de soldado y empezó a fungir como un aparato de propaganda de Ucrania, dedicado a informar y opinar sobre lo que sucedía en la guerra para Occidente a través de vídeos y podcast.

La historia de Ashton-Cirillo, la de un soldado trans que se paró en el frente de la guerra, lo llevó lejos. No solo por su rol de portavoz de las FTD, sino porque prácticamente se convirtió en un activo político en Ucrania.

De hecho, según reportó El País, el soldado y activista ha logrado recaudar cientos de miles de dólares en donaciones para Ucrania. Asimismo, el suspendido portavoz, tras dejar el frente, volvió por unas semanas a Washington D.C., donde se reunió con congresistas demócratas y algunos asesores de senadores y representantes republicanos, según informó Washington Blade.

Pero el activismo de esta soldado, portavoz y periodista transgénero dejó de ser elogiado, con figuras políticas, como el senador JD Vance (R-OH), pidiendo explicaciones al Secretario de Estado Antony Blinken, al Secretario de Defensa Lloyd Austin, y a la Directora de Inteligencia Nacional Avril Haines, sobre la relación de las agencias de Estados Unidos con Sarah Ashton-Cirillo tras sus polémicas declaraciones sobre cazar a críticos de Ucrania.

"En los últimos días ha circulado un vídeo de una persona que afirma ser portavoz de habla inglesa del ejército ucraniano. En el vídeo, esta persona, Sarah Ashton-Cirillo, mira directamente a la cámara y amenaza con violencia física a cualquiera que haga circular 'propaganda rusa'”, escribió Vance en la misiva.

"Me preocupa que los recursos estadounidenses puedan estar apoyando la violencia o la amenaza de violencia contra personas por decir lo que piensan", añadió después.

La carta de Vance caló hondo y obligó a Ashton-Cirillo a dar varias respuestas públicas al senador republicano. Finalmente, luego de que su polémico vídeo se hiciera viral, el portavoz fue suspendido por el ejército ucraniano, según la versión oficial, por emitir declaraciones que no fueron aprobadas por el alto mando. Ahora se está desarrollando una investigación sobre el asunto.