La edad y los lapsus, los otros rivales de Biden en la carrera electoral de 2024

El presidente más longevo de la historia afirmó en uno de sus últimos despistes que quiere "lamer el mundo". Su vejez es la principal razón por la que la mayoría de los votantes no quieren que se vuelva a presentar.

El presidente más longevo de la historia del país, Joe Biden, hizo oficial su candidatura para volver a presentarse en las elecciones de 2024. El anuncio llega en un momento en el que el 70% de los votantes no quiere que sea reelegido. Sus principales obstáculos: la edad -tendría 86 años al final de su segundo mandato- y sus sucesivos lapsus captados en público.

La Casa Blanca niega rotundamente que el presidente tenga algún problema de salud que pueda ser producto de su vejez.  Sin embargo, sus repetitivos lapsus inquietan a la opinión pública y generan dudas sobre si está en condiciones de seguir ejerciendo la labor de mandatario de la nación más poderosa del mundo.

El congresista Ronny Jackson, quien fue médico de los presidentes de Barack Obama y Donald Trump, ha pedido en reiteradas ocasiones que al presidente se le realice "una prueba cognitiva":

No hace falta ser un neurólogo para darse cuenta de que tiene un deterioro cognitivo grave (...) Ya es hora de que el personal de la Casa Blanca y los medios progresistas dejen de protegerlo de las preguntas sobre su agudeza mental (...) El pueblo estadounidense sabe lo que está pasando aquí y no cree que el comandante en jefe sea capaz de hacer su trabajo. 

Los lapsus más virales de Biden

Al presidente se le ha visto desorientado en varios discursos: decir palabras que no existen, saludar a la nada, afirmar que tiene cáncer por error, buscar a una persona muerta entre el público, confundir nombres o quedarse dormido en eventos de importancia mundial, son los incidentes que reseñan los medios de comunicación casi semanalmente:

- América es un gran país:  en un discurso en los jardines de la Casa Blanca, Biden declara que "América es un gran país que puede ser definido con una sola palabra...". Posteriormente, pronuncia una expresión inexistente: "Asafuthimerfutifuterwigh". La vicepresidenta, Kamala Harris, se queda inmóvil al escucharlo.

- Vamos a lamer el mundo: durante un discurso ante el Parlamento en su visita a Irlanda del Norte el presidente no sólo se ofreció a "lamer el mundo", sino que le pidió a las personas hacerlo con él.

- La clep clep ... Cleptocracia: el presidente anunciaba la entrega de un paquete de ayuda para Ucrania. Allí intentó pronunciar la palabra "cleptocracia",  pero no consiguió hacerlo de una forma correcta. Concluyó con una risa autocrítica:

Vamos a apoderarnos de sus yates, sus casas de lujo y otras ganancias mal engendradas de la cleptoc-, sí, la cleptocracia y la klep, los tipos que son las cleptocracias de Putin.

- No saber a dónde ir: sus asistentes constantemente intentan guiarlo a la salida al dejar el podio en sus discursos o en sus eventos oficiales. Parece que el presidente nunca sabe a dónde ir.

 

- Saludar a la nada: entre sus despistes y confusiones más polémicas, los llamados "mano fantasma", nadie sabe a quién saluda Biden y reacciona siempre igual, unos segundos con la mano tendida, mira a su alrededor y luego sigue con el acto.

- "Jackie, ¿estás aquí? ¿Dónde está Jackie? Iba a estar aquí", fueron palabras del mandatario en mitad de una intervención al buscar entre el público a una congresista republicana que murió a principios de agosto.

- Putin en el corazón iraní: en un discurso en el Capitolio en el que mostraba su apoyo a los ucranianos en plena invasión rusa, Biden ha soltado la ilógica frase de "Putin podrá rodear Kiev con tanques, pero nunca conseguirá ganar el corazón y la mente de la gente iraní".

- Dormido en la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN): el líder cerró los ojos durante un discurso de apertura de la cumbre, mientras se encontraba sentado en su lugar, una de sus asistentes tuvo que despertarlo.

-Infinidad de caídas: de la bicicleta, en el avión, en la calle, son muchas las veces que se ha visto tropezar al presidente.

- Cáncer por error: el presidente pareció sugerir que tenía cáncer, obligando a la Casa Blanca a hacer una rápida aclaración negando la enfermedad.